-Se encienden los focos rojos en Tiburones Rojos
-Si dejan escapar puntos en casa, será peligroso
-Ángeles Ortiz regresa con plata de Londres
Por FELIPE GARCÍA
TIEMPO REGLAMENTARIO.-Apenas a una jornada de haberse puesto en marcha el Apertura 2017 de la Liga MX en el puerto de Veracruz, ya se encendieron las alarmas, los auténticos focos rojos.
Y es que a nadie le gustó el accionar del equipo escualo, pero lejos de esto, a ninguno le agradó el resultado adverso en propia cancha, reducto que se supone debe hacer pesar para alcanzar en un lapso de dos torneos cortos o año futbolístico, la permanencia en el máximo circuito.
Llamó la atención que en este duelo el equipo adoleció de gol, un mal que aqueja, es cierto, a casi todas las plantillas con sus honrosas excepciones, pero que en Veracruz la situación puede hacerse una “bola de nieve” difícil de detener y que puede redundar en perder la categoría en menos tiempo de lo pensado.
Es decir, por lo menos en el duelo ante Necaxa brilló por su ausencia la poquita fama con la que llegó Cristian Menéndez, aunque se espera que el argentino Leandro Díaz de reciente incursión, pueda hacer el complemento que se espera.
En el cuadro bajo el equipo no cuajó tampoco, ni Guido Milán y menos aún José Rivas la “Palmera”, así que la llegada del venezolano Manuel Velázquez se espera pueda ser al refuerzo que el equipo necesita, por lo menos trayectoria sí trae consigo.
Por lo pronto, Lobos BUAP ya sumó y aunque sigue último, su porcentaje es muy variable, ahora con 1.0000; mientras que Veracruz sigue penúltimo con 1.0725 y 75 unidades, a 4 del Atlas.
PRIMER TIEMPO EXTRA.- La medalla de plata obtenida para México a través de la ex campeona Ángeles Ortiz en Londres en el marco del Mundial de Para Atletismo es bien recibida y mejor aceptada, porque al final no deja de ser una presea para la representación nacional. Tampoco me quisiera referir a lo que algún momento opinó Ana Gabriela Guevara acerca de estas competencias, seré ecuánime.
Lo que sí es un hecho que al aceptar el cargo del IVD, Angie igualmente está preparada para asumir en automático la crítica a la que se tenga que ser sometida. Y le explico el porqué.
En el 2016, el año olímpico en el que tuvo su mejor momento deportivo, posiblemente sin querer escupió para arriba, pero muy despacio y sin fuerza. Y es que en ese año desde enero hasta después que pasaron los Juegos Paralímpicos de Río, la ahora directora del Instituto Veracruzano del Deporte criticó a Nely Miranda por asumir cargos políticos.
SEGUNDO TIEMPO EXTRA.- Aquí algunas citas vertidas: "Respeto mucho a quien quiera entrar a la política, adelante, hagan un buen papel, ojalá ayuden mucho y no nada más saquen beneficio propio, sino que ayuden a la población en sus rubros, ojalá que a todos nos vaya bien".
Ortiz Hernández no descartó aspirar a un cargo público en un tiempo lejano, pero aclaró que, en caso de hacerlo, dejaría su carrera de atleta ya que “el oficio político necesita tiempo para desarrollarlo”.
“Si soy deportista no puedo ser 100 por ciento atleta ni 100 por ciento política, primero una cosa y ya después tal vez la otra, porque si no me dejarían actuar o apoyar, pues para qué”.
Y fue más allá, al pedir a quienes asuman cargos públicos a comprometerse con los ciudadanos y apoyarlos cuando lleguen al puesto, pues recordó que la función pública es para servir al pueblo, no servirse del pueblo. (Al Calor Político 22 de marzo 2016).
TIROS PENALES.- Así que si nos referimos al logro de Angie, tal y como ella ha evaluado los resultados de sus compañeros del gremio Paralímpico para reducirles becas, el segundo lugar es el primer perdedor, además porque estuvo muy lejos de quien ganó el primer lugar, 8 centímetros para ser precisos.
Entonces lastimosamente la de Tabasco, Ángeles Ortiz Hernández, de acuerdo a sus propias palabras “ni es atleta ni es funcionaria”, ya que se alejó de su encargo y dejó al “garete” el Mundial de Voleibol poniendo en entredicho la anfitrionía y dejando palpable la falta de cortesía de Veracruz, a nivel mundial.
PD. A la recepción no acudió el contador Roberto Bueno Campos, como antes lo hacía aún sin ser funcionario.
