-Cuenta con ventanilla para atención a minusválidos, pero no con un acceso adecuado para que puedan entrar a las instalaciones
Por Rosa I. Melo
Pese a que en este municipio se cuenta con un gran número de personas con alguna discapacidad, esta situación no ha sido tomada en cuenta por diversas empresas, entre ellas el banco Santander ubicado entre las calles Hidalgo e Independencia, sin embargo dentro de las instalaciones sí se cuenta con una ventanilla especial para atender a personas con capacidades diferentes y mujeres embarazadas, siendo esto una contradicción ya que a su acceso no cuentan con rampas para discapacitados.
La falta de accesibilidad para moverse en la transición del exterior al interior de este banco, se convierte en un obstáculo para que tarjetabientes tengan un libre acceso a los cajeros a esta entidad financiera, así como padres de familia con carriolas, personas de la tercera edad con sillas de ruedas, bastones, andadores, entre otros aparatos funcionales.
Otra de las problemáticas que tiene que aguantar clientes de esta sucursal es que al acudir a pagar su semestre alumnos de nivel superior, tienen que hacer largas filas, ya que la cajera en turno si nota que alguno de ellos le pide de favor a algún compañero pagar por él, por alguna circunstancia personal, interviene y además de regañarlo lo manda hasta el último lugar de la fila, situación que ha causado enojo entre los escolares.
De acuerdo a leyes que hablan de la inclusión de las personas con discapacidad, toda empresa deben implementar estas rampas tan necesarias y obligatorias, ya que en esta ciudad solo existen dos bancos, y la necesidad de acudir a ellos por personas con capacidades diferentes es necesaria para realizar trámites en sus cuentas y poder utilizar los cajeros.
