-Miles de personas mantienen viva la tradición de Día de Muertos
Por Mario Herrera Rocha
Se mantiene viva la tradición de visitar el Cementerio Municipal cada 2 de noviembre, fecha en que en México se recuerda a los difuntos, por lo que miles de personas desde temprana hora se dirigen a dicho lugar para llevar flores y coronas a las tumbas de sus seres queridos que se han adelantado, tal como ocurrió ayer.
Algunos acostumbran preparar platillos típicos como tamales, mole, adobo y otros, para ofrendar y degustarlos en las tumbas, al compás de la música de danzantes tríos de huapangueros, conjuntos norteños e incluso reproductores digitales y hasta teléfonos celulares.
Por la mañana y en la tarde se realizaron misas en el descanso del panteón, a las que acudieron cientos de visitantes, muchos de los cuales dedicaron parte de su tiempo a orar por el descanso eterno de las almas de los fenecidos.
No pudo faltar las vendimias de arreglos florales, comida, bebidas, cohetes y una diversidad de productos que la gente consume como parte de una gran fiesta que en la Huasteca se efectúa con gran intensidad: la celebración de Día de Muertos.
La gran afluencia ciudadana que ya se esperaba requirió trabajos previos de limpieza, delimitación de espacios e incluso la elaboración de un gran altar por parte del Ayuntamiento, que tomó la medida de prohibir el acceso de automóviles.
