-Prevén menos conciertos y también que se vea reducida la participación de danzantes
Por ÉDGAR ESCAMILLA
El Secretario de Turismo del estado, Harry Grappa Guzmán, dio a conocer la semana pasada que dentro del plan de austeridad que se contempla para el próximo año en el Gobierno estatal, se podría reducir el número de eventos masivos -como conciertos- en diversos festivales y fiestas que se realizan a lo largo de la entidad, entre ellos la Cumbre Tajín.
Indígenas totonacos temen ser los más afectados con estas medidas, tal y como ocurrió durante la Cumbre 2015.
Dieron a conocer indígenas totonacos y personal al interior del parque, que con estos nuevos recortes anunciados por el titular de la Secretaría de Turismo, al igual que como ocurrió en la edición de este año, talleristas y alfareras podrían ser las personas más perjudicadas.
Trascendió que como parte de la reingeniería del festival, la administración está tratando de ajustar el presupuesto para volver a instalar el espectáculo de luces y sonido en la zona arqueológica, luego de las críticas recibidas por su cancelación.
Respecto al comentario hecho por Harry Grappa en relación a la calidad de los artistas que se presentarán, advirtieron que los más afectados serían los artistas locales, quienes serán los primeros sacrificados para poder mantener el nivel de artistas internacionales y que nada tienen que ver con el reconocimiento de la cultura totonaca.
Señalaron que a pesar de que ahora causa revuelo el recorte al presupuesto, es algo que ellos han enfrentado desde la onceava edición del festival. Por citar un ejemplo, destacaron que en 1999, durante el primer festival, a cada danzante le pagaban 600 pesos por cada vuelo, pero esto cambió en 2010, cuando les redujeron el pago por vuelo por persona a sólo 300 pesos, de los cuales, 50 deben entregarlos al Consejo de Voladores.
Temen que también se vea reducida la participación de danzantes provenientes de otras partes del país y del extranjero, a fin de reducir el pago de hoteles y comidas. Se estarán privilegiando los espectáculos que resultan rentables económicamente y se sacrificarán aquellos de aporte netamente cultural.
