28 de Marzo de 2024

Contaminación y muerte por fuga de hidrocarburo

-Trabajadores de Pemex sólo excavaron zanja que va a dar al río, sin autorización del dueño

Por Jesús Rodríguez

Lejos de buscar una solución contundente a los riesgos que representan para el entorno ambiental, los derrames que se generan en las líneas de Pemex, su personal puso en riesgo de contaminación el río Cazones, al realizar la excavación de una zanja, que orientó un derrame de hidrocarburo hacia un estero, el cual se encuentra a una distancia de 150 metros, del afluente.

De acuerdo con el dueño del terreno, Alejandro Islas Suet, fue el pasado 12 de julio, cuando se presentó un derrame de hidrocarburo, en los terrenos de su rancho El Rodeo, que se encuentra sobre la carretera Poza Rica-Cazones, hasta donde acudió personal contratado por la empresa para realizar las acciones de remediación.

La fuga se registró en un ducto de 12 pulgadas que va desde Tuxpan a Punta de Piedra, en donde los trabajadores construyeron, sin su autorización, una zanja, que orientaron hacia un estero, apenas a 150 metros del Cazones.

Indicó que después de la fuga se comenzó a dar la mortandad de caballos en su rancho, por lo que desde esa fecha hasta el día de hoy, se contabilizan ocho animales muertos, después de que resultaron intoxicados por comer pasto contaminado.

De acuerdo con el veterinario, Diego del Toro, los animales comenzaron a presentar signos comunes, como no comer, debilidad, además de que permanecían tirados, les daban convulsiones, y más tarde, fallecían. Se realizaron entonces estudios para descartar enfermedades como rabia paralitica, o en su caso encefalitis equina venezolana, los cuales salieron negativos. Se buscó un diagnóstico diferencial, detectando la contaminación de los pastos, a consecuencia de un derrame.

El derrame llegó a un estero que se encuentra cercano al río Cazones, que hoy amenaza con alcanzar al río, cuando se presenten las lluvias, destacó Alejandro Islas Suet, quien además de demandar los pagos a Pemex por la pérdida de sus caballos, que le representan una importante inversión, resuelva el riesgo que corre el río, lo que será irremediable, en cuanto se presenten las lluvias, sobre todo, porque ya es la temporada.

El personal que labora en el rancho, subrayó además que han tenido que quemar diez hectáreas de pastizales, pues se pensó que algún insecto se encontraba transmitiendo cierta enfermedad a las bestias, lo que más tarde,  fue descartado, gracias a los estudios veterinarios, por lo que se reportan pérdidas económicas.