Lo que detectaron es que los obligan a desnudarse, les quitan dinero e intimidan, no cuentan con cortinas, no hay privacidad para la revisión de las personas que acuden, el problema se incrementó desde las últimas tres o cuatro semanas, por lo que requirió asistir para confirmar lo sucedido.
“Fui objeto de maltrato, me quisieron hacer objeto de revisión en los términos que ya comenté, solicité instrucciones y se les indicó que no es la forma de tratar a las personas, mucho menos desnudarlos”, narró.
Indicó que no deben dejar de visitar a sus familiares, debido a que se trata de una forma de lograr la readaptación a la sociedad, pero con dichas acciones de abuso los pueden orillar a que dejen de efectuar la visita cotidiana.
Finalmente indicó Hernández Sarmiento que “ya viví en carne propia el maltrato”, pues el personal administrativo y el resto de lo que laboran en el lugar no se involucran con la revisión para ingresar al sitio en cuestión.
