-En el Miércoles de Ceniza la Iglesia Católica hizo el llamado a orar durante los cuarenta días y a realizar actos de penitencia
Por Liz Martínez
La Iglesia Católica comenzó ayer con el Miércoles de Ceniza, el tiempo litúrgico de la Cuaresma en el que, durante 40 días y a través de la vivencia del ayuno, la oración y la limosna, los fieles se preparan para la Semana Santa, en la que se actualizan los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús así lo confirmó el Obispo Don Juan Navarro Castellanos.
“La Cuaresma es una forma de profundizar nuestra fe pero también de asumir de una manera más responsable nuestros compromisos con la sociedad, digamos que tenemos la gran oportunidad de sensibilizarnos, de volvernos más espirituales pero también más humanos, más sensibles a las necesidades de los demás y más comprometidos con el esfuerzo conjunto por generar una sociedad mejor”.
Navarro Castellanos también recordó que este año en esta demarcación se está hablando de la inculturación del evangelio, lo que significa que la fe (esa dimensión espiritual de la vida) tiene que expresarse en valores, actitudes, el compromiso, en cercanía con la gente, en trabajar con mentalidad más seria de servicio y “no pensar sólo en nosotros mismos, pensar en cambiar el corazón para poder cambiar nuestra forma de ser y actuar para abonarlo a la sociedad, para ser mejores personas”, puntualizó.
Los católicos fueron marcados con una cruz en la frente con las cenizas y en este tiempo los laicos están llamados a trabajar de manera especial en la conversión personal, exhortación que durante la imposición de las cenizas expresa el celebrante con las palabras: “Conviértete y cree en el Evangelio”.
