8 de Mayo de 2024

Temerarias acusaciones de Solalinde: Obispo 

-Asegura que se trata de un juicio sumario basado en declaraciones sin sustento

DE LA REDACCIÓN

La presunta complicidad perversa de la Iglesia Católica de Veracruz con los gobernantes de sexenios anteriores y las bandas criminales, son únicamente juicios temerarios y sin sustento del padre Alejandro Solalinde, aseguró el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal.

Al mediodía de ayer viernes, el representante de la Iglesia Católica en Córdoba respondió a las acusaciones que el sacerdote hizo en la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana (UV) en Xalapa, donde participó en el Segundo Foro de Ética y Derechos Humanos y lo exhortó a rectificar sus acusaciones.

“Estas declaraciones sin condena no tienen sustento, son bastantemente graves y genéricas que confunden y agravan a las Iglesias locales, parecen un juicio sumario para condenar mediáticamente, se dan por un hecho situaciones que no sucedieron o al menos no como el padre Solalinde las narra”, aclaró.

En conferencia de prensa en las instalaciones del Asilo de Ancianos Emaus, Patiño Leal aclaró que su intención no es generar polémica sino dar a conocer la verdad de los juicios del defensor de los derechos humanos de los migrantes, a quien reconoció por su labor y felicitó.

“En lo que no coincido con el padre Solalinde es en su postura un tanto maniquea o simplista, según la cual sólo los que trabajan en su estilo son valiosos, mientras que el resto queda anulado o despreciado, como si sólo unos fueran los buenos y valientes mientras los demás serían los malos, mediocres, además de cobardes e incluso cómplices”, dijo.

Patiño Leal recordó que el 21 de junio de 2011 se reunieron los ocho obispos de Veracruz con el párroco y reflexionaron sobre las ayudas que daban los albergues de migrantes y compartieron su propia experiencia.

“Yo no recuerdo que hubiera algún reclamo de su parte, fue un compartir solidario tanto para los migrantes como para su persona que entonces había sufrido amenazas, él mismo pidió no hacer público su encuentro con ellos. Comenté que desde mi llegada me contaron de una leyenda de los gatilleros que entre los años 80 y 90, Tomás y Gargallo, se les atribuían muchos asesinatos, acumulando los cuerpos en norias o en pozos de agua, a lo mejor eso lo mal interpretó”, agregó.

Asimismo, insistió en que ni él y ningún otro obispo tienen información de algún lugar concreto donde se oculten cuerpos de personas asesinadas.

“Considero que el padre debe reflexionar y rectificar sus acusaciones; los obispos no sabíamos ni sabemos sobre localización de fosas, por lo tanto no solapamos a nadie, muchos menos aceptamos favores de los gobernantes”, abundó.

Sin embargo, recordó que él sí ha afirmado conocer al menos un lugar y aún no ha denunciado su ubicación.