24 de Abril de 2024

Homofobia... ¡En Humanidades!

-Contra todos Gama Peralta, hace su tesis sobre la discriminación que hay en esta área de la UV

Por Cecilia Muñoz

El primer día también fue el primer ataque. Y para Héctor Julio Gamaliel Peralta Barrios, en ese entonces estudiante de Historia en la Universidad Veracruzana, campus Xalapa, supuso un shock. El joven había llegado a una ciudad y facultad donde suponía que su homosexualidad no sería tan severamente juzgada como en su natal Minatitlán, un municipio altamente homofóbico, de acuerdo con sus propias palabras, pero se equivocó.

“El primer día empiezo a sufrir este tipo de ataques, de burlas. Sobre todo cuando nos meten al auditorio a todos los de la carrera y se nos presenta a directivos, y me ofrezco a llevar unas mesas. Entonces las personas que me estaban viendo desde las butacas empezaron a gritarme de cosas”, y aunque los hechos ocurrieron hace apenas un lustro, parece recordar el momento vívidamente. 

Gama, como le dicen sus amigos, no se esperaba esto de una zona como Xalapa, “una ciudad un tanto cosmopolita, con gente de todos lados, de todo el país...”; ni mucho menos de sus compañeros del área de Humanidades. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue la apatía de sus maestros y directivos aquel primer día de presentaciones, la cual se haría costumbre a lo largo de sus años de educación universitaria. 

“No intervenían. En la primera reunión que hubo de la generación, que me empezaron a molestar, ni el director, ni los secretarios, ni nadie, hizo nada por detenernos. Solo se quedaron congelados viendo la escena que estaba sucediendo (...) Pero los maestros casi nunca dijeron nada, incluso durante los cuatro años de la formación, nunca hicieron énfasis en el respeto, en la equidad, y si sucedía alguna escena, no solo de homofobia, sino también de discriminación racial, de discriminación de género, etc., generalmente preferían concentrarse en sus clases y no meterse en los problemas que sucedía entre los alumnos”. 

Al ataque del primer día siguieron más, especialmente en los pasillos de la ex Unidad de Humanidades. Pero mientras las autoridades se hacían de la vista gorda, en Gama germinaba la necesidad de trabajar en su “defensa, manifiesto, posicionamiento frente a la vida y la sociedad”, así como de utilizar sus conocimientos de historiador para generar “un bien social”. 

LA INVESTIGACIÓN

Su experiencia en la ex Unidad de Humanidades llevó a Gamaliel, quien actualmente se dedica a dar clases de danza y a hacer investigación de manera personal, a plantearse la situación de discriminación que dicha área presentaba. Convencido de que su experiencia no empañaba su perspectiva, se dio a la tarea de abordar profesionalmente la homofobia en Humanidades.

Sin embargo, en una facultad donde la tradición era enfocarse en la investigación de corte regional, la tesis que más tarde se titularía “Masculinidad y homofobia. Análisis histórico y socio-cultural de la interacción y convivencia entre hombres con distinta orientación sexual” se enfrentó a muchos obstáculos para su realización, empezando por los mismos profesores. 

“Algunos de los maestros dijeron rotundamente ‘eso no se hace en esta facultad, ese tipo de investigaciones no se pueden a hacer aquí’ (...) Mi enfoque siempre ha sido la historia social: las investigaciones, lo que produzca nuestra facultad, debía tener un bien común, un bien social. Porque debemos de dar conocimiento, es lo que nosotros tenemos que brindarle a la sociedad. ¿De qué sirven materiales que se van a quedar en un estante de biblioteca y que difícilmente van a ser consultados?”.

Fue así como Gama llevó a la mesa un tema del que poco se habla y que sorprende mucho: no solo la homofobia en la universidad, sino en un área considerada por muchos más liberal y tolerante: la ex Unidad de Humanidades. A través de cuestionarios a 150 alumnos de diferentes carreras del área y grupos focales, el estudiante se dedicó a resolver una pregunta sencilla: ¿había homofobia en la facultad? La respuesta fue, lamentablemente, categórica.

“Por las observaciones y resultados, concluí que sí había homofobia en la facultad porque teníamos un 42% de los encuestados que me revelaban que sí había homofobia. Algunos maestros criticaron: ‘Pero si no es más del 50% no puede ser verídico’. ¡Pero con que haya un 10%!

“De ese 42%, ¿quiénes solían cometer más actos homofóbicos dentro de la UV? EL 72% dijo que los alumnos varones eran los que cometían estos actos; de ahí le sigue un 13% que es de las alumnas; 10%, los maestros varones, que en muchas ocasiones suelen ser muy pesados tanto con los homosexuales como con las alumnas; 3%, las maestras; 1%, personal administrativo. Del personal administrativo no teníamos muchos datos porque se negaron a contestar las encuestas”. 

EL CÁNCER DE LA FACULTAD DE HISTORIA

“El día del examen (profesional) estuvo llenísimo, entraron alrededor de 70 personas. Gracias a mi tutora, ese examen fu el gran acontecimiento dentro de la facultad, pues no tenemos tesis como éstas muy seguido. De hecho, últimamente la facultad de Historia ya no ha producido tesis, se están titulando por tesinas, por monografías, por ensayos incluso. 

“Ahora hacer investigaciones de vanguardia debe ser visto como un acto de rebeldía, porque muchas veces los alumnos terminan haciendo las investigaciones que los tutores les dicen. 

“Es decir, si tu tutor se encarga de hacer investigaciones sobre los plantíos de plátano en el estado, entonces tu alumno va a terminar haciendo la misma investigación. Eso es como un cáncer para mí que va destruyendo el nivel de la facultad, la formación de los alumnos, porque no nos dejan ser creativos; no los dejan cuestionarse ellos mismos, reconocer sus inquietudes como investigadores”.

¿Y AHORA, QUÉ SIGUE EN HUMANIDADES Y EN LA UV?

“Yo quise dejar unas copias para el uso de los alumnos, para que ellos pudieran consultar este trabajo y reconocer esta problemática; reconocer por qué se está dando y generar una actitud de respeto, de equidad, de convivencia. 

“Se busca que entiendan que dentro de la facultad hay un problema. El problema es éste y necesita ser atendido. Dentro del trabajo de campo se dan propuestas de qué es lo que se puede hacer para disminuir este tipo de conductas homofóbicas.

“Me gustaría que autoridades de la UV tomaran en cuenta este trabajo para decir ‘necesitamos tomar más cartas en el asunto’. Porque sí hay una Unidad de Género en Humanidades, pero tiene una producción muy pobre. Y hay una Unidad de Género en la Zona UV, a donde uno puede ir a poner una queja, pero es casi inexistente. Lo que ellos deberían hacer es trabajo de difusión. No han hecho mucho realmente (...) Es decir: pareciera que la Universidad Veracruzana formuló esta Unidad de Género por tendencia, porque otras universidades lo tienen o quizás por cubrir un requisito. Pero realmente no tiene un aporte a la comunidad estudiantil ni universitaria en general”.