25 de Abril de 2024

Madre cumple un año exigiendo justicia

DE LA REDACCIÓN

Hace un año que Sandra Cortaza encontró a su hijo José Eduardo Velásquez en una fosa común de El Chico en Emiliano Zapata, a la fecha los trámites burocráticos han impedido la entrega del cuerpo.

José Eduardo junto a su padrastro Jorge Villaseca Reynaldo y su cuñado fueron sacados de su vivienda por un comando armado el 30 de abril del 2014 en Cosoleacaque.

Unas 24 horas después el cuñado de José Eduardo fue devuelto, entonces la solicitud de la delincuencia era el pago de 300 mil pesos y tres vehículos.

Sandra entregó los tres vehículos y 75 mil pesos, pero su hijo y esposo no aparecieron, la denuncia tampoco avanzó.

El cuerpo de José Eduardo apareció meses después, en el 4 de enero del 2015 en un predio de Rinconada en Emiliano Zapata junto a otros cinco ejecutados, aunque tenía reporte de desaparición, la entonces Procuraduría General de Justicia no dio notificación a la madre, y lo envió a una fosa común.

El 22 de noviembre del 2016, el colectivo madres en búsqueda de Coatzacoalcos realizó una diligencia en la Dirección de Servicios Periciales, ahí en una de las carpetas apareció la fotografía de José Eduardo.

Sandra Cortaza lo identificó de inmediato, ahí pudo ver señas particulares como un diente chueco, los dedos de sus pies, su cabello, su cara, no tuvo dudas, era su hijo, la identificación también la hicieron otros familiares.

A Sandra como a miles de madres de familia de desaparecidos, la entonces PJG, le tomó un muestra de ADN, pero nunca realizó un perfil genético ni lo integró a un banco, entonces tuvo de nueva cuenta que tomarse una muestra.

Cuando este tramité terminó, se topó con una nueva traba, la carpeta de investigación tenía errores, el ADN de Sandra no coincidía con el consignado en la carpeta.

Aunque no tiene duda de la identidad, el proceso que sigue es pedir a un juez de control la exhumación del cadáver para cruzar de nueva cuenta las pruebas genéticas.

Este jueves se cumple un año desde que Sandra encontró a su hijo, pero la mala integración de la carpeta y los trámites burocráticos han impedido que le dé una sepultura digna.