20 de Abril de 2024

Quieren concesionar aguas de ríos

-Por 5 años, se trata del Actopan y La Antigua

DE LA REDACCIÓN

La propuesta de derogar la veda en los Ríos Actopan, La Antigua y sus afluentes Pixquiac, Xuchiapan y Huehueyapan, para la concesión y explotación de agua por los próximos 50 años, está basada en un dictamen técnico de hace ocho años que no responde a las necesidades actuales de las cuencas, advirtieron organizaciones ambientalistas.

El decreto fue presentado por el presidente Enrique Peña Nieto el pasado 21 de marzo a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) y propone suprimir las vedas de 1935 y 1948 para ambos ríos parte de la Región Hidrológica Papaloapan, y establecer zonas de reservas de aguas superficiales para los usos urbano, doméstico y ambiental, así como zonas reglamentadas en las mismas cuencas.

El documento hace un análisis económico y revela que quitar la veda costará al gobierno federal 422 millones de pesos, pero una vez que se logre, las concesiones de aguas superficiales y la explotación del agua en los afluentes dejarán ganancias de hasta 9 mil millones de pesos.

Organizaciones defensoras del medio ambiente consideraron que la petición es un peligro para estos afluentes, porque abre la puerta a un uso indiscriminado del agua y que esta se pueda utilizarse en proyectos industriales, hidroeléctricos y de minería.

En la petición que es pública, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), afirma que estudios técnicos realizados en 2011, detectaron que en estas cuencas existen volúmenes susceptibles de ser aprovechados, pero hay instrumentos jurídicos, - como la veda-, que impiden su aprovechamiento.

La decisión de la suspensión de la veda está en la Cofemer, quien decidirá con base a dictámenes técnicos la viabilidad, y enviará el dictamen a la Comisión Nacional del Agua para su aplicación en su caso.

El decreto señala que al derogar las vedas existentes, y otorgar concesiones para el uso de las aguas superficiales nacionales, las actividades como la acuacultura y los servicios turísticos, podrán tener certeza jurídica sobre las aguas que requieren para desarrollar sus actividades, así como el respaldo para solicitar créditos.

Este documento también advierte que una vez liberadas las reservas de agua para uso doméstico, público urbano y ambiental o de conservación ecológica, el resto del agua podrá ser concesionada a cualquier otro uso.

En opinión de los expertos ambientalistas, la solicitud prende los focos de alerta, porque se hace a tres meses de las elecciones presidenciales y sin sustento técnico suficiente y con la amenaza de la instalación de megaproyectos.

La población que vive en ambas cuencas sobrepasa el millón y medio de personas. La Cuenca Hidrológica del Río Antigua cuenta con 931 mil habitantes y la Cuenca Hidrológica del Río Actopan con 665 mil habitantes, en 64 localidades urbana de más de 2 mil 500 habitantes.

QUITAR LA VEDA GENERARÁ UN ALTO IMPACTO A LAS CUENCAS: CEMDA

En opinión del Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C, (CEMDA), el decreto de la decisión presidencial tiene varias fallas, entre ellas que cataloga la derogación de la veda como un impacto moderado, lo cual es erróneo, pues debería considerarse como del alto impacto por la cantidad de personas que viven en la cuenta.

También señala que es excesivo dar permiso para la explotación del recurso por 50 años, pues no se toma en cuenta el crecimiento poblacional y la variación esperada en los caudales.

En la opinión que emitió a la Cofemer cuestiona que el decreto carece tanto de la descripción del ecosistema hídrico o ecosistemas afectados, como de un diagnóstico de los daños sufridos en los ecosistemas hídricos.