DE LA REDACCIÓN
Se estima que hasta 80 por ciento de la población vive con hipertensión arterial y no lo sabe, porque no da síntomas; la mayoría desconoce que padece de hipertensión o tiene factores de riesgo para desarrollar la enfermedad como el sobrepeso y obesidad, declaró la coordinadora de Planeación y Enlace en la Delegación Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte en el marco del Día Mundial de la Hipertensión, Edith Guillén Salomón.
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias, para que circule por todo el cuerpo. El sobrepeso y la obesidad, además de condicionar el aumento de la presión arterial, elevan los niveles de glucosa en sangre, colesterol, triglicéridos y ácido úrico, lo que dificulta que la sangre fluya por el organismo.
A nivel mundial se estima que existen más de mil millones de personas con hipertensión. En México, se habla de 30 millones y en el IMSS se atienden a seis millones de personas que acuden periódicamente a la consulta externa de Medicina Familiar para tratarla.
El Seguro Social mantiene acciones a través de PrevenIMSS, con el objetivo de que la población asegurada acuda a revisarse y en caso de presentar hipertensión, iniciar tratamiento de control, para evitar complicaciones que pueden provocar infarto agudo al miocardio, cardiopatía hipertensiva, insuficiencia cardiaca, aneurismas, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal.
Ante la gravedad de esta enfermedad, el IMSS puso en marcha el Modelo Preventivo de Enfermedades Crónicas, para combatirla y prevenirla junto con la diabetes y los cánceres de mama y próstata.
El Instituto aplica el tratamiento integral de este nuevo modelo a los trabajadores directamente en las empresas, a fin de que se realicen estudios de laboratorio, mediciones de glucosa y presión arterial, verificar su peso y talla, así como detección de tumores en mama y próstata, además de orientarlos en alimentación saludable con el objetivo de darles seguimiento y prevenir otros factores de riesgo.
Los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de hipertensión, tienen que ver con el estilo de vida, tales como consumo de alimentos con exceso de sal y grasas, ingesta de alcohol, consumo de tabaco, estrés mal controlado, sedentarismo, obesidad, sobrepeso, edad y antecedentes familiares.
La presión sistólica (alta) es igual o superior a 140 milímetros de mercurio, unidad de medida para la presión; y la diastólica (baja), igual o superior a 90 milímetros de mercurio. Sin los niveles normales de presión, será deficiente el funcionamiento de órganos vitales como corazón, cerebro y riñones.
