-No se plantea su despenalización: Osorno Maldonado
DE LA REDACCIÓN
La Diputada local Guadalupe Osorno Maldonado consideró ocioso que la actual Legislatura haya decidido esperar a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determine si el Congreso está o no obligado a reformar el Código Penal en materia de aborto.
La Diputada de Morena dijo que la reforma es ineludible y que esta decisión de la Junta de Coordinación Política, en manos del panista Sergio Hernández, es una mera acción dilatoria para que no les toque a los actuales legisladores hacer las modificaciones.
Y es que recordó que la Suprema Corte ya se pronunció a favor de este tipo de reformas para garantizar el derecho de las mujeres a la interrupción legal del embarazo (ILE) y que se amplíen tanto el periodo como las causales para acceder a este, especialmente en los casos de violación o en los que el embarazo ponga en peligro la vida de las mujeres.
“Nos parece una forma de dilatar el proceso para que no se encuentre en obligación esta Legislatura de ser quien apruebe”.
Por ello, advirtió que ya sea por la vía jurídica o la vía legislativa, la próxima Legislatura deberá hacer la reforma al Código Penal que incluso ya mandó un juez federal, a través de un amparo otorgado a organizaciones de la sociedad civil que controvirtieron la decisión del Congreso local de no discutir la reforma presentada por una diputada.
“Nos entristece que la actual haya tenido la oportunidad histórica de sentar precedente en un tema que va a pasar eventualmente, ya pronto, y que nos hemos evitado esta responsabilidad por temas que rebasan las cuestiones de derechos humanos”.
Y recordó que la reforma no plantea la despenalización del aborto, sino de adecuar el tipo penal aborto que seguirá existiendo, pero adecuado a los estándares que ya existen en el país.
“No obliga a las mujeres a abortar, pero tal como está el Código Penal obliga a las mujeres a cumplir los preceptos de un credo religioso y moral que no necesariamente es compartido por todas”.
Además, consideró que no es toda la Iglesia Católica la que se opone a la reforma, sino ciertos grupos conservadores que están mal informando a la sociedad.
