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AGENCIAS
MÈXICO
Productores de cebada y representantes de la industria cervecera iniciaron negociaciones para la cosecha de cebada maltera para el ciclo agrícola Primavera-Verano 2022.
En este primer encuentro se da pie al objetivo de alcanzar un margen de ganancia justo y de beneficio para las partes y con mejores equilibrios para el sector primario, que contribuyan al bienestar de las familias productoras de cebada, como ha ocurrido en los encuentros realizados en los últimos tres años, expresó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Además, dadas las tensiones mundiales por el conflicto en Europa del Este, planteó a los productores la alternativa de realizar compras consolidadas de fertilizantes de proveedores que sean atractivos y competitivos para seguir garantizando los rendimientos esperados.
Así, con estas reuniones se busca garantizar la producción, comercialización e ingreso económico de más de 25 mil familias de productores de pequeña y mediana escala que trabajan en una superficie de alrededor de 235 mil hectáreas en el Altiplano (Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Estado de México) y en Durango y Zacatecas, principalmente.
La actividad cervecera nacional impacta a toda una cadena de trabajadores, desde agricultores, transportistas, hasta puntos de venta, restaurantes y centros de recreación y esparcimiento.
México ocupa el lugar 31 en la escala mundial de países productores de grano de cebada utilizado para la elaboración de cerveza, lo que equivale a 0.6 por ciento de la producción global. La participación en la producción nacional de cereales es de casi 3.0 por ciento.
Víctor Villalobos Arámbula refirió que se tiene la disposición de hacer un trabajo en equipo público-privado-social para lograr mayores y mejores condiciones de productividad, transparencia en el precio y servicios.
Lo anterior, con un enfoque orientado a disminuir importaciones, la huella hídrica desde la planta de cebada hasta la cerveza, mejor manejo de suelos, y fortalecer encadenamientos productivos con la actividad primaria, destacó.
Confío en se pueda concluir la contratación de la cosecha de cebada maltera antes del 30 de marzo, a fin de tener una mejor planeación agrícola y comercial de esta cadena productiva.
Manifestó que las negociaciones entre productores e industriales abre la posibilidad de acrecentar los encadenamientos productivos con el sector primario, y contribuirá a atraer inversión privada en nuevas malteras, aumento en las exportaciones de cerveza y aprovechamiento y producción de maíz amarillo, tanto para cultivo de rotación y mejora de suelos, como para uso en la agroindustria.
Por su parte, los productores subrayaron el interés de alcanzar acuerdos positivos para las partes, que les permitan tener claridad en los precios y servicios adicionales que recibirán para decidir sus planes de siembra, con el objetivo de mantener una rentabilidad digna para el bienestar de sus familias.
Pidieron a las empresas, un “precio piso” arriba de sus costos de producción, que considere una utilidad próspera y que lo acordado sea parejo en todas las regiones del país.
Explicaron que se cuenta con condiciones de potencial productivo variables, toda vez que las zonas de temporal tienen mayor vulnerabilidad por los imponderables climatológicos y, por consiguiente, necesitan mayores consideraciones, tanto de los tres niveles de gobierno como de las empresas privadas que se abastecen con sus materias primas.
