28 de Marzo de 2024

Mata Israel a 59 palestinos

AGENCIA

Fue un día que se preparó durante 70 años, y que Estados Unidos quiso presentar como un nuevo amanecer, pero que en realidad expuso de manera brutal lo lejos que está el presidente Donald Trump de resolver uno de los conflictos más intratables del mundo.

Mientras Jared Kushner e Ivanka Trump asimilaban las fanfarrias por la controvertida apertura de la embajada estadunidense en Jerusalén, en la franja de Gaza, a escasos 80 kilómetros, soldados israelíes abrieron fuego y mataron por lo menos a 59 palestinos que protestaban contra una acción que consideran una negación de su derecho fundamental a tener una capital compartida en esa ciudad sagrada.

Funcionarios palestinos afirmaron que 2 mil 700 personas fueron heridas por armas de fuego, gas lacrimógeno u otros medios. El término asimétrico apenas hace justicia al que fácilmente ha sido el día más sangriento desde la guerra de Gaza de 2014; las descargas de armas de fuego eran respondidas con piedras… no se informó de ningún herido israelí al caer la noche.

La cuota mortal parecía mofarse de la insistencia de Donald Trump en que busca una solución pacífica para Israel y los palestinos. Entre las condenas internacionales, incluida la acusación de genocidio lanzada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y los llamados de todas partes a la contención, el baño de sangre pareció simbolizar la creencia del gobierno israelí, eufórico por el traslado de la embajada, de que la fuerza y no los acuerdos es la ruta para asegurar el futuro de esta nación fundada hace 70 años.

Israel sostuvo que protege sus fronteras y culpó al gobierno de Hamas en Gaza por el baño de sangre. El ejército israelí afirmó que tres militantes armados fueron muertos al tratar de colocar explosivos cerca del muro en el cruce sureño de Rafah, en Gaza, y que lanzó un ataque aéreo sobre un puesto de Hamas cerca de la población norteña de Jabalya después de que palestinos abrieron fuego en la zona.

En el lugar de las mayores protestas, en Zeitun, cerca del cruce de Karni, las multitudes –incluidos mujeres y niños– fueron mucho más numerosas que en los primeros días, muchas sin ninguna intención de lanzarse sobre el muro fronterizo.

Sin embargo, una mujer, Nisma Abdullah, de 29 años, dijo al comenzar la tarde: Estamos aquí por Jerusalén y Palestina. Es nuestra tierra. Acompañada de sus sobrinos y sobrinas, afirmó que su hermano de 22 años fue asesinado en el quinto viernes de protestas y añadió: Creo que estos jóvenes cruzarán (la frontera) y cambiarán la situación.

Trump estuvo representado por su hija Ivanka, y por el marido de ésta, Jared Kushner. El presidente ha encargado a su yerno la tarea de ayudar a israelíes y palestinos a alcanzar la paz como parte de su función como consejero de la Casa Blanca, proceso con el que Kushner afirmó que su gobierno está comprometido. Sin embargo, quedó claro que no cederá en cuanto al estatus dado a Jerusalén por Israel, al cual llamó una verdad.