23 de Abril de 2024

Crecen detenciones de migrantes

AGENCIA

El sector de la Patrulla Fronteriza en Yuma ha documentado un incremento de 120 por ciento en la cantidad de familias y menores no acompañados apresados en esa frontera respecto del año pasado, lo que provocó sorpresa, pues esa región había tenido poco movimiento en la última década.

En lo que va del año fiscal, los agentes del sector de Yuma han detenido a casi 10 mil familias y 4 mil 500 menores no acompañados, lo que representa un aumento enorme respecto a hace siete años, cuando fueron interceptadas sólo 98 familias y 222 menores no acompañados.

La política de Donald Trump de separar a las familias no parece contener esa marea. La Patrulla Fronteriza detuvo a un promedio de 30 familias diarias en junio, cuando las protestas por la separación de familias llegaron a su punto máximo. Yuma es ahora el segundo sector con más movimiento de familias que intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos, superado solo por el valle del río Bravo en Texas.

Los agentes y las personas que intentan cruzar la frontera tienen que lidiar con muchas cosas. Partes de la frontera son urbanas, con muros y canales del lado estadunidense y jardines del lado mexicano. El sector incluye a Arizona y partes de California.

Traficantes de drogas y otros delincuentes cruzan la frontera por el desierto, pero la mayoría de las familias y de los menores simplemente lo hacen caminando o a nado, y al llegar al otro lado esperan ser detenidos, de acuerdo con el portavoz de la Patrulla Fronteriza José Garibay. Abundan los grupos grandes de personas que hacen el cruce.

Garibay cuenta que una vez encontró un grupo de unas 60 familias y menores. La llegada de grandes cantidades de familias y menores plantea problemas logísticos ya que la Patrulla Fronteriza tiene una cantidad limitada de vehículos para trasportar a los inmigrantes a los centros de procesamiento de Yuma.

Muchos no entienden por qué tantas familias y niños de América Central vienen a Estados Unidos a través de este tramo de Arizona, desafiando el calor del verano, cuando hay caminos más directos que los llevan al valle del río Bravo en Texas, a más de mil 600 kilómetros.

Garibay dijo que las rutas de la migración son controladas mayormente por los cárteles que trasportan personas.