-Aunque tortillerías locales todavía mantienen precios, no se descarta un desmedido aumento en próximos días, lo que preocupa a las familias
Por Liz Martínez
El tortillazo que se viene generando en gran parte del país, es un golpe duro para las familias más pobres, aseguran amas de casa quienes temen se convierta en un artículo de lujo inalcanzable y que no haya control de los precios en los establecimientos. Por ahora, los aumentos no se han generalizado en todo México, porque tortilleros y molineros están contenidos o se sienten amedrentados por las advertencias de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
“Está mal, no vamos a poder comprar lo principal, va a ser un lujo porque ya va a ser más cara, en algunas tiendas está a diez pesos y en otras a doce, que la den más barata” pidió la señora Luz Morales e indicó que los cinco integrantes de su familia consumen el producto y ella tiene que adquirir masa y tortilla para poder sobrellevar la situación.
Debido a que las alzas pega a productores y consumidores de todo el país, en 7 de cada 10 ciudades se vende por encima del promedio de 13.12 pesos, y es que a escala nacional rebasó el viernes pasado esa cifra en expendios tradicionales, un incremento de 2.3 por ciento en los 17 días que lleva el año y de casi 5 por ciento respecto a enero de 2016.