19 de Abril de 2024

Por Nina Salguero 

Hace décadas, digamos que en siglos anteriores, se comentaba que los tamales se vendían en lo que fue el Distrito Federal, tamales en los que el comensal podía encontrar dedos de niños o de plano dedos, ya sea de adultos o niños, esa leyenda urbana hizo que los expendios de tamales casi casi quebraran, pues la clientela se ausentó. ¿Falso o verdadero?, procedemos de una cultura ancestral en la cual el antiguo Imperio Azteca ponía a la venta la carne de los sacrificados a los dioses y se menciona que el zacahuil, ese enorme tamal de dos metros, podía llevar desde carne de aves o jabalíes, hasta carne humana, producto de las guerras floridas, donde abundaban los esclavos; no en todas las tribus se llevaban a cabo estos rituales de canibalismo, los conquistadores se referían al Imperio Azteca como sanguinario y brutal.

Al paso de los siglos, sometidos Imperio y reinos, las costumbres cambiaron y, si bien es cierto que la gastronomía se modificó, lo que es ahora América o Hemisferio Occidental aportó a Europa el cacao y la papa, entre otras cosillas; este último recurso, invaluable en las hambrunas. Desde hace tiempo se comentaba que en algunas panaderías, los trabajadores de esta industria amasaban la harina y demás ingredientes añadiéndoles el sudor de su frente y axilas, y que además se agarraban las ingles, no al inglés (vulgo: verijas). En tiempos más recientes, leyenda urbana o no, se comenta que en algunas pizzerías los empleados les metían los dedos en la vagina a las empleadas para que la pizza “ agarrara sabor”; siempre se ha sabido y es del dominio público que cuando hay una buena cocinera, en lugar de mencionar que tiene un buen sazón, mencionan que para que la comida tenga buen sabor “se la agarran”, o séase, que cocinando se tocan sus partes íntimas y siguen ya cocinando, haciendo tortillas; algunos van a defecar y ni las manos se lavan; desde luego que depende de la ética y la responsabilidad de cada expendio de comida; aun en los mejores restaurantes se encuentran “pelitos sospechosos” que no se sabe si son abajeños o alteños, no sabe uno si hacer un escándalo, vomitar, o mínimo que no le cobren el consumo; tanto va a dudar el mesero, como lo va a negar el encargado de la cocina o el propietario del restaurante. Vamos al grano, mis queridos lectores, resulta que circuló en las redes sociales el caso de dos trabajadores temporales de una compañía; uno de ellos “parece que se orina en el producto, (los chiles, en este caso), pasan previamente por una banda donde son seleccionados, desde luego que la compañía ofreció una disculpa pública, pues en un comunicado expresó que “la seguridad e higiene de nuestros productos nunca estuvo comprometida, ya que la fotografía fue tomada en una fase inicial del proceso de producción, que es la etapa previa al lavado de los chiles”. Aun cuando el empleado aparece con los pantalones abajo y en posición para orinar, pudo haber sido una travesura de chamacos, quizá hizo como si estuviera orinando, y sí, efectivamente, la foto fue tomada en la etapa previa al enlatado, quizá nos hemos comido cosas peores en la calle, pero ni en cuenta, “a buena hambre, no hay mal pan” y “ojos que no ven, corazón que no siente”. Pss, yo seguiré comiendo chilitos de esa empresa.

Lamentable lo acontecido en San Juan Chamula, habitantes de 35 regiones del estado de Chiapas fueron testigos de la muerte por violencia del Alcalde, Síndico, Regidor Quinto, el chofer del Ayuntamiento y un civil; los manifestantes exigían obra pública y pago en efectivo a artesanas, así como exponían ante la autoridad sus demandas e inconformidades, cuando sujetos no identificados accionaron armas de fuego contra las autoridades. De inicio y sin fundamentos se culpaba a los mismos manifestantes. El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, giró instrucciones para instalar una mesa de diálogo “política y plural y “fortalecer las garantías de paz y seguridad” de los habitantes de esa región.

Uno de los lectores de esta columna insertada en El Heraldo de Tuxpan me comenta acerca del accidente acaecido hace unos días, donde un ciudadano fue atropellado por un camión de una línea de autobuses ubicada en la zona Centro, el lector nos explica que nadie supo qué hacer, pues si le hubieran aplicado un torniquete en el muslo las posibilidades de vida del joven hubieran aumentado, ya que la hemorragia requería mínimo cuatro unidades de sangre; esto nos pone a reflexionar sobre tres cosas importantes, 1.- Ningún problema debe superar nuestra supervivencia, es decir, deje los problemas en casa, existen conductores que entran en sentido contrario por algunas calles, y si el transeúnte cree que por haber señalamientos los cafres del volante los van a respetar, están equivocados, por lo que se recomienda ver hacia los dos sentidos de la calle o arroyo vehicular; trate de ubicar al conductor, pues hay quienes ruedan sus vehículos y están viendo su celular, tenga cuidado. 2.- Sepa qué hacer en caso de accidente, los primeros auxilios son importantes, si es turista, tenga a mano los teléfonos de la Cruz Roja del lugar donde pase sus vacaciones, ubique los módulos de atención al turista, obtendrá los números de las distintas dependencias en los trípticos. 3.- Siga los refranes “no por mucho madrugar amanece más temprano” o “más vale tarde que nunca”.

Chistecito: ¡Mamá, todos me dicen gorda!, ¿ah, sí?, pues no dejes para marrana, lo que puedes hacer oink".