19 de Abril de 2024

Protestas 

Por Julio César Vega Olivares 

Las protestas por el alza en el precio de la gasolina, que parecía algo muy intrascendente, algo así como un malestar social bajo control con un esquema sociológico estudiado, acotado y controlado, ha adquirido otras connotaciones, y de una protesta por el gasolinazo ha pasado a una protesta contra el sistema económico prevaleciente  y contra la invasión económica extranjera, pues nos damos cuenta de que  México ha pasado de ser un país de la abundancia, con recursos naturales, mineros y petroleros, a un país en el que todo falta y que ha caído en un momento histórico en el cual se cuestiona gravemente la legitimidad de las decisiones del gobierno, el cual que primero toma decisiones y luego culpa a la economía mundial, a los precios internacionales  y a mil culpables más sin que se diga por qué México siempre pierde; el petróleo sube y perdemos, baja y perdemos, entonces nos preguntamos ¿quién está manejando la economía?

Del optimismo volteriano a principios de sexenio, en donde se aplaudían las reformas estructurales y las fiscales como la panacea que nos trasladaría a un nuevo nicho de desarrollo económico, al desencanto a fines del sexenio, en donde no sólo la poca pericia sino la ambición desbordante y una corrupción de niveles astronómicos edificada en ensueños prometidos, nos vuelven a una realidad cruel y decepcionante.

Es un hecho que, la economía mexicana no ha venido funcionando bien tras varios sexenios de crisis repetidos y poco explicados, los cuales se reflejan en los sucesivos fracasos de intentar sacar adelante a esta economía, ahora se presenta una crisis más profunda que provoca el inevitable e incluso mayor deterioro de las clases medias, de un mayor incremento de la pobreza y de su impacto en el crecimiento económico.

Se intenta justificar lo anterior con medias verdades que en realidad son mentiras completas y aplicando medidas antieconómicas, como el conocido recurso del gasolinazo y todavía los que faltan en fechas cuatro, 11 y 18 de febrero, pues vienen otros tres y cuando se les pregunta de cuánto serán estos nuevos aumentos nos dicen que no saben porque aún no los han calculado.

Aunque por lo pronto ya subieron los precios de casi todos los productos incluyendo los de la canasta básica, tortilla, transporte, y lo que falta. 

Cayendo el poder adquisitivo de los trabajadores y cuando uno esperaría de los funcionarios responsables una opinión inteligente, y claro, acompañada de una solución adecuada a los problemas del país, nos dan la misma de siempre, la del Banco Mundial, la del Fondo Monetario Internacional y la de las recetas del consenso de Washington, donde nos hemos encasillado con terquedad espartana, en una apología del famoso pensamiento único, lo cual significa que la economía está al límite y tan comprometida que ya no existen más recursos y, que el pago de la deuda y otros compromisos internacionales, tienen prioridad aun por encima del pueblo de México.

Pues como decía Cantinflas “ahí está el detalle chatos”, menciono a este artista porque le entendemos más a este cómico que a los mismos funcionarios cuando tratan de explicar la importancia y la ineluctable realidad del gasolinazo, por lo que terminan atosigándonos con muchas explicaciones ininteligibles y cuestionables que atraviesan desde el precio internacional de la gasolina hasta el famoso subsidio, y es aquí cuando nos preguntamos entonces ¿por qué no referirnos a motivos más creíbles? Un práctico ejemplo de ello es el pésimo manejo de las variables económicas, el brutal endeudamiento del gobierno y el corrupto desorden de las finanzas públicas, que parecen más culpables del gasolinazo y en general de esta crisis, que las explicaciones oficiales así como la persistencia del modelo privatizador de tantos efectos terribles para México, porque en un país subdesarrollado la privatización de los bienes sólo significa aumentos de precios.

Ahora viene José Ángel Gurria, Secretario General de la OCDE, como invocado por la crisis a leernos el catecismo económico del FMI en tono papal, oficiando medidas económicas como verdades universales, diciendo que el subsidio a las gasolinas hace 10 años debió quitarse, que ellos así lo recomendaron; recordemos que cuando fue secretario de Hacienda, le decían el ángel de la dependencia  y es uno de los artífices de otro de los mayores fraudes nacionales: el sistema de pensiones Bancario Especulador, ahora también en crisis. 

Pero ¿a cuál subsidio se refieren?, sólo son impuestos para encarecer artificialmente la gasolina, la mejor manera de evitar este subsidio es derogándolos.

También se dice que la apertura indiscriminada a los extranjeros para que comercialicen la gasolina es positiva y necesaria para la competitividad, que ya basta de monopolios, pero cuál monopolio si la comercialización de la gasolina ya es privada y, constitucionalmente, Pemex no es un monopolio baste leer el artículo 28 Constitucional.

Pero lo que sí verdaderamente no entendemos es la absurda necedad de no construir refinerías en el país y ser autosuficientes en combustibles, ya que esto va sin duda,  en contra del interés nacional. 

Para concluir, estimados lectores, con su venia y con todo respeto, quiero enviar mi más sentido pésame a la familia de mi estimado amigo Vicente Cobos Greco, por su sensible fallecimiento, descanse en paz.