28 de Marzo de 2024

Por Nina Salguero

Varias organizaciones no gubernamentales convocaron a una marcha en contra del muro-Trump, desde luego esta manifestación dice mucho de lo que se está viviendo a nivel mundial.

Pero ¿qué pasa en Tuxpan? ¿Quién será el próximo soberano o soberana de Palacio Municipal y su corte se seguidores? Escuchamos por ahí cómo el ciudadano opina “es éste, no, es aquel, no va aquella ahora va ésta”, pero todos estos comentarios tienen un común denominador que es sin duda el deseo de que se disminuya la corrupción.

Para la mayoría de las personas será más de lo mismo, existen personas que ya no creen ni en Santa Claus ni en La Llorona y todas las leyendas habidas y por haber, las cuales, de alguna u otra forma, mantenían distraído al noble pueblo mexicano.

Hoy la dispersión de los votos y seguidores de cada personaje que aspira a la silla de Juárez 20, es notoria, pues si bien es cierto que los seguidores de cada cual son numerosos, no bastarían por sí mismos para ganar una contienda, ya que hay un partido prietito que ha estado captando más y más votos, esto no significa que cualquier candidato ya sea independiente o emanado de algún instituto político no pueda dar la sorpresa, puesto que en cuestiones del teje y maneje de política, ningún partido está muerto, ya que se pueden levantar como en el box y dar la sorpresota.

Los nombres de cada aspirante van de boca en boca, la dimensión de lo que acontece a nivel nacional no está siendo digerido por la ciudadanía; la desinformación permea en cuanto al gasolinazo, los migrantes y temas que han sido interrogantes, pues están haciendo madurar y la tarea de ponerse a pensar ha comenzado.

Los procesos al interior de cada instituto político son desgastantes, pues se sabe que el trabajo al interior de estos les crea “derechos”, o sea que la mentada disciplina los “puede” llevar a obtener una buena rebanada del pastel o simplemente quedarse como el chinito “nomás milando”.

Quien contienda, ya sea independiente o cobijado por un partido, debe conocer qué es lo que realmente quiere el ciudadano que vive en la más absoluta jodidéz, debido al desempleo de padres de familia, así como todos aquellos que conforman una sociedad que se vuelve cada vez más compleja.

Muchos de los candidatos no tienen antecedentes políticos, otros tienen buen colmillo dentro de ésta, puesto que ya conocen las necesidades primordiales de la población en el tenor bien entendido de ésta por el bien común, ya que el municipio tuxpeño por los polos de desarrollo que conlleva el ser dos veces ciudad y por sus fronteras naturales con la mar, lo hacen sumamente atractivo para los inversionistas, y más, esas fronteras naturales lo hacen por antonomasia el número uno dentro de las flotas atuneras, que además se exportan a países del Medio y Lejano Oriente.

La zona norte de la entidad veracruzana tiene una riqueza envidiable en su gente, en su entorno y en su propia historia que los candidatos no sólo deben ver hacia el futuro, sino saber ver las cargas generacionales que venimos arrastrando, porque eso define también la actuación de quien esté al frente de los destinos de una población, de nuestra cosmogonía como huastecos y de bastantes detallitos que no podría abarcar en esta columna.

Por lo pronto, sólo les puedo decir que las elecciones internas fueron algo así como quita y pon, fueron considerados y a la mera hora “pues que dice mi mamá que siempre no”.

El tiempo vuela y el tiempo mismo nos dará la razón, muchos alcaldes fueron cruelmente criticados porque sólo se les buscó lo negativo, pero el tiempo siempre da la razón, “Sabia virtud de conocer el tiempo” poema de Renato Leduc convertido en melodía, un himno a la verdad y al chile.