Coreanos y Latinoamericanos
Por Nancy Jácome
Últimamente me he puesto la rutina de llegar a casa y poner doramas o kdramas coreanos, los cuales son algo así como novelas o series de televisión. Estos me han hecho darme cuenta de varias cosas, primera, que ya no sé tanto como antes y que las nuevas generaciones tienen más oportunidades que las que tuvo la mía, debido a la amplia información que existe en internet, pues, aunque yo apenas vengo a entender qué es un dorama, muchos jóvenes mexicanos lo saben ya desde hace varios años atrás.
Otra cosa que he aprendido es la gran diferencia que hay en el amor entre un país y otro, por lo que mientras en las series estadounidenses es común ver a los personajes llegar la cama como parte de una demostración de amor, en México vemos muchos besos apasionados y menos momentos de cama, pero en Corea es casi impensable una escena de cama y los besos son un pequeño roce de labios muy rápido, ya que allá es mal visto que las personas muestren afecto en público.
Si quieren ver este tipo de series en Netflix las pueden encontrar, ya que esta plataforma está introduciendo bastante material de aquellas latitudes, lo que para mí resulta bueno, primeramente, porque nos hace interesarnos por otras culturas y no sólo por nuestro vecino del norte, asimismo nos invita a entender y a respetar otras culturas.
Pero lo más interesante que he encontrado a raíz de ver estos doramas, es el gran interés que jóvenes latinoamericanos tienen por Corea del Sur. Hay una gran tendencia de jóvenes mirando y coreando canciones de aquel país, el cual tiene muchas diferencias con el nuestro y en varias cosas muchas similitudes.
Ya en varias noticias se habla de que estadounidenses y británicos se unen al ISIS, pero poco nos hemos sentado a pensar en la influencia que México recibe de países como Japón y Corea desde los años 90’.
Tal vez efectivamente, como lo expresó hace poco una residente de EE.UU. en cuyos terrenos tiene una parte del muro fronterizo, Estados Unidos no es la democracia que decía ser y los jóvenes mexicanos están cambiando de rumbo, en cuanto a amistades, o tal vez como expresó un viajero “todos caminamos por el mundo, juntos tomados de las manos”.
Lo cierto es que el 2017 se vuelve un año por demás interesante con un choque muy grande entre culturas y generaciones, pues mientras los políticos y gente de la tercera edad piensan que se deben cerrar las fronteras, los jóvenes piensan que se deben abrir y se debe conocer cada rincón del mundo.
La juventud está tomando sus maletas para viajar por el planeta, pero si tú eliges los doramas debes recordar que, al igual que en México, es una historia ficticia y, por lo que al momento se sabe, Corea aún es muy tradicionalista.
¡Nos vemos en la próxima columna!
