24 de Abril de 2024

Deuda espiral imparable 

Por Julio Cesar Vega Olivares 

El crecimiento de la deuda nacional es sin duda uno de los asuntos más preocupantes para el país, pues su monto ha superado ya los 10 billones de pesos, y lo más preocupante es que sigue creciendo inconteniblemente, sólo entre diciembre de 2016 y febrero de 2017 creció 116,000 millones de pesos.   

Es claro que, mientras la economía mantenga ese sesgo en deuda, el país no saldrá adelante porque la economía crece sólo para pagar la deuda, no para los mexicanos.

Y si le sumamos a esto el alza gradual de las tasas de interés que las autoridades financieras le imponen a nuestra economía, esto se vuelve aún más grave, pero como seguramente debe ser muy buen negocio para algunos que están dentro y fuera del país, pues a subirlos sin rubor alguno, total… se les dice cualquier cosa a los mexicanitos que hay incertidumbre y listo, aunque sabemos que para el pueblo de México esto significa crisis, dependencia, fragilidad económica y más pobreza, es decir, un golpe más a las clases medias y bajas.

Y es que el Banco de México no responde a los intereses de los mexicanos, sino a los de la fracción especulativa del capital nacional e internacional, puesto que cuando el Banco de México eleva las tasas de interés, las cuales entre enero de 2016 y marzo de 2017 casi se han duplicado, pasando de 3.5 por ciento a 6.5 por ciento, eso significa que aumenta el pago de la deuda en esa proporción, es decir, subir la tasa de interés es una forma encubierta de endeudar al país, sin pedir préstamos.

Resulta evidente que, los países que mejor manejan sus finanzas, son los que menores tasas de interés mantienen en sus bancos centrales, veamos…el Banco Central Europeo tasa del cero por ciento; la Reserva Federal de los Estados Unidos uno por ciento; El Banco de Inglaterra 0.25 por ciento; El Banco Nacional Suizo -0.75 por ciento; Banco de Canadá 0,50 por ciento; Banco de Japón 0.10 por ciento; Dinamarca 0.05 por ciento; Chile tres por ciento; México 6.5 por ciento; sin duda, los intereses bancarios pagados en México son muy elevados respecto al de nuestros socios comerciales, 6.5 veces más que los de Estados Unidos y 12 veces más que los de Canadá, lo cual permite negocios monetarios muy redituables como el prestado en Canadá o en Europa y luego prestarlo en México, y bueno…nosotros financiando con nuestro bienestar ese corrupto saqueo financiero.

Mientras tanto, Chile acaba de bajar su tasa de interés, dicen ellos que es para estimular su economía, la pregunta sería ¿por qué en México no la estimulamos bajando intereses y hacemos precisamente lo contrario?, pero como los banqueros dicen que Carstens es un genio pues ni repelar.

Podríamos afirmar que, en los países que se pagan menores intereses bancarios son los que encabezan la lista de países con menor grado de corrupción, ¿existirá alguna correlación en este sentido?, parece que sí. 

Cómo ofrecer estos rendimientos financieros en un país pobre y sin ingresos, solamente provocando inflación, contratando más deuda para pagar los intereses o con más pobreza, y esto sólo es para mantener de momento tranquilos a los capitales golondrinos para dar un aspecto de auge económico sin sustentabilidad por las elecciones, pero después viene el rebote. 

Por ello, debe legislarse específicamente para que el país no pueda endeudarse para pagar la deuda, esto es un acto que sexenio tras sexenio pone de rodillas al país, generando una espiral perversa que parece imparable ante la falta de responsabilidad social, ya que cada gobierno elude el pago renegociando con la consecuente elevación del adeudo, convirtiéndose en una amenaza para todos los mexicanos. 

Recordemos que la deuda del país en 1982 durante la primera crisis de deuda, era de aproximadamente 80,000 millones de dólares, la que actualizada a pesos de 2016 sería de unos cuatro billones de pesos contra 10 billones actuales, con esto podemos apreciar que se ha más que duplicado, lo cual significa que la deuda a pesar de lo que se ha pagado año con año ha seguido creciendo, es decir, no se está pagando sino que se está manteniendo artificialmente, lo cual sin duda debe dejar buenas ganancias a sólo algunos sectores.  

Y mientras las previsiones sobre inflación esperada este año la ubican en 5.56 por ciento, el PIB se reduce a 1.5 por ciento, y la tasa de interés a diciembre de este año se espera sea del siete por ciento, pero como siempre se equivocan, seguro estos números estarán peor aún a pesar del maquillaje del INEGI. 

Resulta muy claro que, con esos resultados económicos, se aprecia el pésimo manejo económico de los responsables de la economía nacional, aunque a ellos parece no importarles la opinión del pueblo mexicano, sino la de los banqueros nacionales e internacionales, sus verdaderos patrones, mientras tanto…el pueblo que se aguante.