29 de Marzo de 2024

Javier Herrera está muy verde

Por Ángel Álvaro Peña

En tierra sin líderes, el príncipe es rey

Esta expresión es el sentir de algunos sectores de la política en Veracruz, donde la carencia de cuadros en los partidos clásicos es evidente.

De ahí que desde ahora, la mayoría de los partidos fuertes, busquen un candidato ciudadano que pueda representar una coalición electoral, con miras a concretar un gobierno de coalición.

Sin embargo, el PRI tradicional puede rechazar con amplia ventaja cualquier imposición de los inexpertos militantes del tricolor, con la posibilidad de candidatear a un joven con experiencia, que es el senador, José Yunes Zorrilla, quien conoce a fondo los problemas de la entidad.

Por si la consigna de algunos es que los jóvenes no saben gobernar está la posibilidad de un Héctor Yunes, maduro y con trayectoria. Si señalan que es tiempo de darles más apoyo a los jóvenes está la persona de Pepe Yunes.

Aunque hay quienes pensando sin rumbo, externan ocurrencias y no ideas y quieren irrumpir en lo novedoso aunque esa novedad no sea otra cosa que producto de la improvisación y la falta de conocimiento.

Así, el PRI parece tener una escisión importante en Veracruz donde algunos creen que es hora de que el Partido Verde tenga un candidato propio, con el apoyo del PRI.

Y como para que la cuña apriete debe ser del mismo palo, pues ahí colocan a una figura que debería darles vergüenza tener entre sus filas, pero gracias a la mala memoria de los mexicanos hasta puede ser postulado por los priistas jóvenes. Se trata de Javier Herrera Borunda, hijo del exgobernador de triste historia y oscura trayectoria, Fidel Herrera Beltrán.

Otra corriente de jóvenes quiere en realidad hacer de la política mexicana una dinastía y no se ruboriza al intentar clasificar para la candidatura al hijo del exgobernador Miguel Alemán Velazco, Miguel Alemán Magnani, a quien califican de ser un empresario veracruzano alejado de la política que podría cambiar el triste destino de la entidad.

Desde el CEN del PRI también mencionan a Juan Manuel Diez, presidente municipal de Orizaba, o incluso, al director general de Pemex, José Antonio González Anaya, oriundo de Coatzacoalcos.

El Partido Verde Ecologista de México en Veracruz, quiere cobrar viejas facturas y ahora condicionar acuerdos y aprobaciones en las cámaras a cambio de que Javier Octavio Herrera Borunda sea candidato a la gubernatura, pero desconocen que para ser gobernador no basta ser candidato, como antes. Ahora deben ganar la elección por amplio margen si no quieren que un abogado hábil les arrebate el triunfo.

Ni el Partido Verde ni Javier Herrera cuentan con las simpatías de los veracruzanos. El primero es visto como un apéndice del PRI, que si se aleja de ese partido simplemente pierde su registro.

El segundo, el hijo de Fidel Herrera. En 2016, cuando hizo un recorrido por el estado, luego de ser denominado diputado plurinominal, es decir, por dedazo, en lugar del fortalecer a su partido, le bajó la popularidad, su antipatía característica y su prepotencia en lugar de fortalecer al Verde en todos los rincones de Veracruz, lo debilitó.

La hermandad entre Javier y el gobernador de Chiapas, fue considerada por ellos como una expresión de fortalecimiento del Partido Verde, pero no fue más que el pretexto para inundar de chistes y caricaturas las redes sociales, que calificaron a los amigos de todo, hasta de cómicos.

El impulso es tal que ahora vemos a Javier Borunda en los spots televisivos del Partido Verde, ocupando un tiempo de transmisión concesionado, pero con un video que pagan los mexicanos. No olvidemos que el dinero con el que viven o sobreviven los partidos proviene de los contribuyentes y esta imagen de Herrera Borunda es un insulto para todos quienes pagamos impuestos.

Pero como los políticos de hoy viven en esferas de cristal, es difícil que tengan relación con la realidad, no se dan cuenta que con malos candidatos el Partido Verde puede desaparecer no sólo de Veracruz sino del país entero, de ahí que necesite de la coalición con el PRI, que también ha dejado de ser un partido fuerte.

La fragilidad de Javier Herrera le viene desde su nacimiento. Su apellido es un estigma en el estado de Veracruz, es sinónimo de impunidad, corrupción, injusticia.

Una de las mayores desgracias del estado de Veracruz se la debemos a Fidel Herrera y se llama Javier Duarte de Ochoa, colocado en la candidatura para que le cubriera las espaldas por sus actos ilícitos y sus excesos -que no fueron pocos- de diciembre de 2004 al último día de noviembre de 2010.

Con ese lastre, un aprendiz de político quiere ahora apoderarse de una responsabilidad que a leguas se ve que le queda muy grande, pero como tiene  la ayuda de uno de los caciques del estado, podría llegar a convertirse en candidato, desde luego que en las urnas sería rechazado por los veracruzanos de manera tajante.

El gobernador panista, Miguel Ángel Yunes, desde los discursos de campaña mencionaba que la PGR y la Fiscalía General del estado deberían actuar contra el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, pues lo responsabiliza de abrirle las puertas del estado al crimen organizado.

A finales del mes pasado el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, culpó en su comparecencia a los exgobernadores Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa de la violencia generada en el estado.

“Fidel Herrera realizó acuerdos, lo que propició el narcotráfico, cobro de piso y secuestro en el estado”, expuso.

Con esa carga sobre sus espaldas Fidel Herrera quiere promocionar a su hijo hacia la gubernatura del estado, valiéndose de la mala memoria de los veracruzanos y de menospreciar su inteligencia. 

PEGA Y CORRE.- Marko Cortés Mendoza, coordinador de la bancada legislativa del PAN en la Cámara de Diputados, responsabilizó a los legisladores federales priistas de falta de congruencia en el combate a la corrupción, al no echar a andar el debate sobre el desafuero de Tarek Abdalá Saad, y es que la comisión encargada de esa tarea tiene una mayoría priista importante, lo cual quiere decir que dicha solicitud de desafuero, proveniente de la Fiscalía General de Veracruz, está en la congeladora.