18 de Abril de 2024

La gratitud es la memoria del corazón

Por Nina Salguero

¡¡Cómo duele la Patria nuestra!!  en la ciudad de México, confluyen ciudadanos de todas las entidades, lo que suceda a la ciudad sagrada la antigua Tenochtitlan, es luto nacional, por ello la bandera ondea a Media Asta, por tres días, así lo hizo saber prontamente en su columna “Solidaridad  Salvavidas” ALMA GRANDE, Ángel Álvaro Peña; las imágenes de éste año 2017, no sé si son más crueles por la rapidez de la tecnología, en aquel entonces sólo algunos canales porque ni Cable había, transmitían lo que podían y vale la pena recordar como el pueblo mexicano, reaccionó igual que como lo hizo hace 35 años, pudimos observar como Marcos Efrén Zariñana  (a) La Pulga, demostró su valor y sus dotes naturales de rescatista, inspiró a muchos otros ciudadanos, pero específicamente él, fue pieza clave, su pequeña estatura y su delgadez, le valieron el mote de La Pulga. Abel Torres Chávez, era estudiante cuando La Pulga lo rescató y en el Aniversario 30, del Terremoto de 1985, se reencontraron un Abel adulto, diferente físicamente pero agradecido y un Marcos Efrén encanecido, calvo, pero se sabe que su escuela como rescatista ha sido estudiada en otros países, quizá la magia de este hombre fue hacer sentir a cada uno de los sepultados en aquel terremoto, la fe y la esperanza, a través de una mano amiga y su voz llena de aliento que literalmente obligaba a los que luchaban por sobrevivir, a volver a disfrutar de la vida.

Y que fue de La Pulga, en aquel entonces se creó la Brigada de Rescate “Topos”, su lema “Aceptar la muerte, renunciar a la vida, no hay noche ni día, no hay remuneración, no hay frío ni calor, no hay miedo, no hay comida, únicamente hay servicio a los demás… entonces eres un topo”.

En la actualidad  Don Marcos Efrén (a) La Pulga  pasó de ser una persona reconocida por su valor a ser cerillo, las nuevas generaciones no saben ni quien es, está enfermo, el trabajo le hace bien, pero un hombre como él, necesita una pensión, para que viva con cierta holgura  la recta final de su existencia.

Recordar el pasado, nos habla de un pueblo unido, tenemos aún muchos valores, sólo necesitamos despertar no en las tragedias sino en la  cotidianidad, en lo que somos como pueblo, en el respeto a la vida en general.

Otro de los casos es el de Jesús Francisco Flores Medina, su historia y la de su aguerrida abuela recorrió igualmente los rotativos nacionales e internacionales, ellos vivían en Garibaldi, ella se salvó porque fue a comprar leche, cuando regresó a su casa solo vio escombros, luchando en contra de quienes no dejaban ver a su familia fallecida,  sobre todo a su hija, que un  último intento cubría con sus brazos su vientre para salvar al niño aún no nacido, la hija embarazada ya no tenía vida, pero el bebé se movía, la madre con una navaja realizó una cesárea y sacó al bebé, se le conoció como El Niño Terremoto.

Antes no había memes, pero en cuanto llegaron los rescatistas franceses con sus perros entrenados, las chicas del ayer, decían ¡Vamos a México a que los franceses nos  echen los perros!  ¿Humor en la tragedia? ¡Sí!  Parece que estamos forjados en el dolor,  el poeta mexicano definió  “Tu hueles a tragedia tierra mía, y sin embargo ríes demasiado” México Creo en Ti, de Ricardo López Méndez.

Hubo casos como el de Monchito, un niño que jamás existió, del cual los padres aseguraban que estaba sepultado, mucha gente intervino en el frustrado rescate, pero todo fue orquestado por quienes trataban de sacar beneficios del gobierno; algunos niños del Hospital General, que fueron rescatados con vida y de los cuales sus padres jamás fueron localizados, fueron dados en adopción, una criatura fue adoptada por tuxpeños.

En cuanto al terremoto 20-9-2017, el corazón de cada uno de nosotros, se transforma y gime y llora en silencio por la tragedia, el mundo entero se solidariza, sobre todo y de manera especial con los padres que perdieron a sus hijos, en la escuela Rébsamen se centra el mayor movimiento aunque en toda la ciudad los rescatistas trabajan incansables, de igual forma lo hicieron en otras entidades afectadas.

Nos narra un lector radicado en Argentina; D. Luis Piccione, que al pasar por la Embajada Mexicana en  su país, recabó el dato de que  40 mil argentinos viven en México, había desesperación en los rostros, deseos de saber de sus familiares...

México de nuevo está de luto, pero México renace, sus muertos no mueren perviven en el recuerdo que nos vuelve más fuertes, más conscientes de nuestras fortalezas y debilidades.

Pero más que nunca, un mensaje de la misma naturaleza impredecible a quienes aspiran a gobernar México, en un 2018, que se presenta como un reto en todos los aspectos.