20 de Abril de 2024

Bernardo Gutiérrez Parra

Lo que más llamó mi atención del último partido del Tri antes de ir a causar vergüenzas a Brasil, fue la manera en que la prensa nacional trató a los muchachos del Piojo Herrera. Y es que no se escatimaron elogios para el juego de conjunto, para la comunión que tuvieron con el balón, para la forma en que se plantaron en la cancha. "Hubo personalidad y entrega" cabeceó un rotativo. Y es cierto, pero perdieron por un gol de último minuto y fallaron horrores frente al marco rival.

Al parecer no se dieron cuenta que Portugal jugó sin uno de los delanteros más famosos y efectivos del mundo y que si dominaron al rival es porque los portugueses venían de un largo viaje trasatlántico y eso también cuenta.

Digo, para qué nos hacemos bueyes, tantito lo pesado del viaje y tantito que los lusitanos no se emplearon a fondo, ambos factores permitieron el "lucimiento" de los mexicanos. Por eso no me explico tanta alharaca de los jilgueros televisivos y los diarios deportivos y menos cuando les clavaron un gol producto de un descuido.   

 

La raza de bronce que cada cuatro años se cree las pendejadas que escucha, piensa que México llega a Brasil con uno de los mejores equipos de su historia, exactamente lo mismo que les dijeron antes del Mundial de Argentina donde los tricolores fueron despachados después de tres partidos y tres derrotas, con dos goles a favor y 12 en contra.

En aquella ocasión José Antonio Roca era la estrella del espectáculo y en una entrevista que le hizo Vicente Leñero, el timonel del tricolor dijo, ya perdido por la soberbia. "Le ganaremos a Tunes y a Polonia y empataremos con Alemania". Y nomás de bienvenida Túnez les empujó tres goles, le siguió Alemania con seis y Polonia les dio el triste adiós con otros tres.

Si mal no recuerdo y ya que estoy hablando de similitudes, Toño Roca al igual que el Piojo Herrera, acababa de hacer campeón al América y fue llamado de emergencia a cubrir  el cese que doña Federación Mexicana de Fútbol le dio a Nacho Trelles.

Toño Roca, al igual que Miguel, armó la base de la selección con cinco jugadores americanistas. Y para acabarla de fregar, Roca puso a dos porteros en aquel infausto Mundial mientras que el Piojo no sabe si empleará a Jesús Corona o a Memo Ochoa.

Este detalle que parece nimio, habla de inseguridad del Piojo cuando faltan prácticamente horas para que arranque el Mundial. 

Por otra parte, Miguel Herrera que siempre ha sido un tipo simpático, dicharachero, echador y que se lleva del uno con la raza, se está dejando abrazar por la soberbia y eso le puede acarrear muchas broncas post mundialistas. A Antonio Roca no lo querían ni de aguador en ningún equipo después de su estrepitoso fracaso en Argentina y a Miguel le puede pasar lo mismo si le da por hacerse el odiosito.

Por último y a reserva de que me tachen de malinchista (cosa que con todo respeto, me vale gorro), la Selección Mexicana va al Mundial de Brasil exactamente igual a como ha ido las ocasiones anteriores: inflada de esperanza y adulaciones televisivas.

Nada me daría más gusto que jugara su quinto partido y por supuesto, que ganara el campeonato. Pero creo que eso será en otra ocasión.