18 de Abril de 2024

Por Nina Salguero

Existen personas, que por más que les HABLO del pasado, dicen no recordar nada, y por más que les des detalles y más detalles, su memoria inmediata parece haber desaparecido, memorias de pez beta, o simple y sencillamente diarrea mental.

Se cuenta que una ocasión el poeta Simónides, se ofreció para enseñarle a Tomístocles, el arte de la memoria, el filósofo le contestó: “¡Ah! Más bien enséñame el arte de olvidar; porque ahora yo a menudo recuerdo, lo que no quisiera, y no puedo olvidar lo que quisiera”.

Recordar y olvidar, ¡Todo un reto!

Recordar la histeria colectiva del año 1999, en el siglo pasado; techos de casas, tanques de agua, ataúdes, tanques de gas, ganado vacuno y hasta una gallina que la inundación le hizo subirse al techo y fue arrastrada por la corriente, ojos almendrados del ganado, ojos redondos del ave, espantadas ambas especies...los avezados vaqueros citadinos lazaron una vaca, quizá el animal agradecido al sentirse en tierra se creyó salvado, pero sólo fue llevado al traspatio de Telmex donde se invitaba a la gente a esperar su porción de carne, al recorrer el boulevard me encontré con ésta visión, la res temblaba de miedo, sus ojos se encontraron con los míos, como pidiendo ayuda, obviamente no pude hacer nada puesto que me hubieran linchado junto con la res; otros animales corrieron la misma suerte, pero para alimentar a los pacientes del Hospital Civil, en ese instante el mundo se acababa para quienes pensaron que la ayuda estatal y federal no llegaría, la inundación jamás se previó, no hubo advertencia alguna, las aguas se unieron justo en la Avenida Juárez y la calle Zapata, el agua respetó la Iglesia Catedral, pues llegó hasta el último escalón, sin inundar el interior, los comercios sufrieron doble pérdida, lo que el agua se llevó y lo que se llevaron los que presuntamente y a los años se comenta, que en lanchas llevaban la mercancía robada; al tiempo los ciudadanos nos recuerdan: “El agua llegó, casi hasta el INE, frente a una carnicería, había muchas cobijas, ropa, y una vaca muerta, la carne se repartió a todo el que llegaba a pedir su ración”. Lo mejor y lo peor del ser humano brota con estas situaciones, el agua de garrafón (un botellón) llegó a cotizarse hasta en $ 200.00 pesos, ricos y pobres damnificados, asombrados, rebasados por la misma naturaleza y por un cuerpo de agua, que lo mismo se admira que se teme.

“¡Ah! Más bien enséñame el arte de olvidar; porque ahora yo a menudo recuerdo, lo que no quisiera, y no puedo olvidar lo que quisiera”.

Y hablando de enseñanza, la misma pregunta para todos los tiempos ¿Son antipedagógicas las tareas excesivas? El filósofo Hindú Jinarajadasa, define al Maestro, profesor o docente, llámele como desee, “El maestro es el que forma al patriota o al traidor, es el maestro quien forma al gran estadista o al político venal. Yo afirmo enfáticamente, porque tengo la profunda convicción que así como es el maestro, así es el niño y así es el Estado...” Jinarajasada, continuaba “En la educación además del entrenamiento de la mente, es esencial el entrenamiento de la intuición”.

Circula un video que realmente da lástima, por la connotación tremenda que posee ¿Realmente se está educando o domesticando al estudiante; la saturación de tareas deja poco tiempo para la convivencia familiar, fines de semana con cuadernos que llenar, niños de primaria que a las once de la noche, andan quebrándose la cabeza por una tarea de matemáticas?

En este video se entrevista a jóvenes y adultos, y se les cuestiona primero, ¿quiénes son los cantantes de moda?, pregunta que contestan al dedillo y sin dudas de ninguna especie...la segunda pregunta es ¿Quién es el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos? De todos los entrevistados (con injerto de zombie), sólo uno dio la respuesta correcta; los demás dijeron que el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos era Donald Trump; en realidad es preocupante el estado de la educación en México, que es igual víctima de un sistema educativo obsoleto; México es México, plurietnico, con esto no quiero decir que los docentes sean todos ignorantes, algunos están cuadrados, sí, atenidos al sistema, otros no, otros aplican por amor a sus alumnos retando en corto al sistema educativo, no en la rebeldía de grupo, sino en la rebeldía del conocimiento que cada vez exige más análisis y un enlace positivo con el pasado; en pocas palabras aman la docencia. 

No perdamos nada del pasado, Sólo con el pasado se forma el porvenir.