29 de Marzo de 2024

Las princesas siempre andan bien peinadas

Por Nancy Jácome

La escritora mexicana Mónica Beltrán Brozon habla en su cuento de dos hermanas que se llevan seis años de diferencia de edad, sepan ustedes que mi hermana y yo nos llevamos siete años de diferencia. Por tanto creo entender porque le encantó el cuento.

La historia comienza así a Andrea le encargan un trabajo en la escuela, tiene que hacer una composición sobre su familia, la cual está integrada por su mamá, su papá y su hermana Ana Laura y por su puesto su perro Macario.

Andrea hace un pequeño y a su parecer aburrido trabajo que entrega a la maestra. Pero comienza a platicar que si esa tarea se la hubieran encargado varios días después, habría podido contar como su hermana de 14 años se convirtió en un zombie. Andrea llevaba una saludable relación con su hermana, jugaban juegos de mesa y salían a patinar.

Resulta que Ana Laura se enamora de un muchacho de nombre Mauricio y Andrea comienza a ver todos los cambios en su hermana, desde su “sonrisa tonta” hasta su “embobamiento”. Un día Ana Luisa llega llorando porque se peleó con Mauricio y Andrea le pide consejo a su amigo Benjamín para poder zanjar el asunto y hacer que su hermana deje de tener novio.

De esta forma llaman al programa radial de una bruja que arregla los males de amores de medio México y le piden una receta para alejar a Mauricio, tras insistir con tenacidad consiguen que la bruja les dé la receta.

Andrea se la pasa ideando planes para hacer sentir mejor a su hermana a quién de repente ve llorando y de repente contenta. Hace un plan para tener novio y aprender que  hacer, pero resulta que su primera opción le dice que  andar con ella es como andar con Daniel el travieso. A lo que ella termina molesta y peleando incluso con Benjamín.

El hechizo de la bruja se realiza de forma errónea y en lugar de alejar a Mauricio le rompe una pierna. Por lo que termina en cama. Ana Laura va a visitar a su novio y Andrea y Benjamín se cuelan con ella, porque no aguantan el remordimiento.

Estando ahí, descubren que Mauricio es muy buena persona. Juegan con su Nintendo, platican con él. Después de la visita todos los días puntualmente habla Mauricio para platicar por teléfono con Ana Laura y siempre contesta Andrea porque le gusta hablar con él.

Un día Mauricio  los invita al cine, él va con Ana Luisa, y Andrea puede llevar a Benjamín, al término de la función,  cuando llegan a  casa Ana Luisa se queda platicando sola con su novio. 

Andrea espera al día siguiente la llamada de Mauricio y pasa una hora sin que el teléfono suene. La niña sube asustada a ver a su hermana y la encuentra escuchando música muy despreocupada.  Es entonces cuando Ana Laura le informa que ha terminado con Mauricio y que no va a volver a salir con él.

Andrea se va al mueble de la casa y se pone a platicar con Macario, llora porque su hermana es una tonta por dejar a tan buen chico. Es su papá quién la descubre llorando y al limpiar sus lágrimas le dice: las princesas siempre andan bien peinadas.

¡Ya ven que no era de princesas!  Bueno este cuento lo recomienda Conaculta para niñas mayores de 9 años. Excelente edad porque es ahí cuando comienzan las puntadas del amor. Dice mi hermana que padeció mis penurias amorosas, pero yo también padecí las de ella, cuando quemaba las cartas de sus enamorados.  ¿Ustedes cómo vivieron esos momentos con sus hermanos? La verdad es un cuento que vale la pena que tus hijos  lo tengan en su biblioteca.