16 de Abril de 2024

Por Nina Salguero

Poco a poco se prepara el camino hacia el Mictlán, toma forma, se siente en el ambiente, la muerte se festeja, no se lloran los que se fueron, se les festeja, se les deja la ofrenda para que disfruten la esencia de la comida.

Se asimila la ausencia, dejan de brotar las lágrimas aunque se llore por dentro, pero sabemos que estarán bien, el sincretismo en toda su expresión, algo que jamás logró borrar el conquistador hispano.

El sistema educativo, trata de preservar a como dé lugar las tradiciones, sin duda apreciadas en el extranjero, por lo que representan; hace tiempo unos ciudadanos rusos, visitaron esta bella ciudad de Tuxpan, se fueron más que asombrados pues el sistema comunista al que estuvieron atados durante tantos años, prohibiría toda expresión de su folklor, si bien no desapareció por completo, disminuyó; al caer el Muro de Berlín, las primeras acciones que llevó a cabo del gobierno, fue reescribir la historia y enseñar a las nuevas generaciones a pensar a su país de diferente forma.

¿Cómo pensamos a México? Sería interesante que cada uno de nosotros hiciéramos el ejercicio de pensar a nuestro país, enfocándolo a nuestra región, a nuestra entidad.

La fuerza del pensamiento puede cambiar y modificar el rumbo de las cosas y hasta los destinos, el pensamiento colectivo es un egregor. El pensamiento toma forma al igual que el agua toma la forma del recipiente que la contiene, la Biblioteca Pléyades explica que un egregor “Es una entidad inteligente, pues aprende y se perfecciona, y combatirá todo aquello que amenace su supervivencia y la de sus creadores. El grado de identificación que tenga una persona o grupo con causa, puede llegar a ser tal, que el egregor se manifieste con una intensidad de posesión” se sobreentiende que si visualizamos un país perdedor, la fuerza de nuestro pensamiento, hará de nuestro país un país, inhabitable, porque así lo estamos decretando, y el egregor se alimenta de lo que pensamos millones de personas, pero si se piensa positivamente el egregor se alimentará de energía buena, o mística, así pues lo que pensamos se puede volver realidad, pues alimentamos al egregor con nuestras emociones tanto buenas como malas.

¿Y si pensáramos que tenemos un país maravilloso, lleno de solidaridad? El ser humano tiene las ciudades que merecen decían los filósofos, el pensamiento colectivo y positivo puede modificar destinos. El hecho de no pensar en “algo” no va a hacer que deje de existir... pero el hecho de prestarle nuestras emociones y pensamientos (ambos nos dan energías) a ciertos conceptos, hacen que estos tengan más potencia, se reflejen (manifiesten) y se precipiten activamente sobre el mundo.

¿O acaso no detuvimos con nuestras oraciones aquel Huracán, que un astronauta definió como súper destructivo y hasta nos dio su bendición? Y...¿Qué pasó? Creyentes y no creyentes, unieron su pensamiento y ese pensamiento modificó el impacto de algo que puedo haber sido destructivo.

Las Senadoras, sucumbieron bajo el encanto del Primer Ministro Justin Trudeau, del cual se dice es hijo natural de Fidel Castro Ruz, en realidad, tienen mucho parecido, Fidel Castro de joven fue un tipo extraordinariamente sexy, atractivo a morir, enamoraba de tan sólo verlo; pues las Legisladoras al fin mujeres y sensibles al carisma del Primer Ministro, se tomaron selfies con él y alborotó al gallinero, las hormonas danzarinas tuvieron la culpa y les movió el tapete a las mujeres políticas, y quién no...¡Ahora es cuando chile verde, le has de dar sabor al caldo! Bah, yo hubiera hecho exactamente lo mismo...y que del Justin Trudeau, pues es como el chile verde, picante pero sabroso.

Por cierto hablando de Tratados, tanto México como Canadá, ya se enchilaron, pues desean negociar y no ser tratados y humillados, siendo servidores del Imperio, es decir de los Estados Unidos de América, un país sandwich, que desea hacer pasar por las Horcas Caudinas, tal y como los samnitas llevaran a cabo una humillación al poderoso ejército romano en el año 321 a.C. Ni México ni Canadá, están de acuerdo en la imposición de Estados Unidos, respecto a la duración del TLCAN cada lustro, pues afectaría las economías inclusive de la Tierra de la Libertad, de la que solo va quedando una estatua, pasar bajo el yugo de la óptica de Donald Trump, es pues querer pasar a México y a Canadá, por la Horcas Caudinas.

¿No será un sueño guajiro? La COPARMEX de la Ciudad de México, firmó un convenio con el Tribunal de Justicia Administrativa de dicha ciudad y signaron un convenio de colaboración que consiste en la creación de estrategias en la lucha contra esta práctica que tanto lacera a la sociedad”, por tanto Jesús Padilla Zenteno, Presidente del Centro Empresarial, sostiene que alguien tiene que empezar y será la Iniciativa Privada y la Sociedad quienes tengan que tomarse de la mano, para sacar adelante al país y esto nace del ombligo del mundo, la Ciudad de México.

He aquí un Egregor.

El Secreto para ser feliz en el amor, no es estar ciego. Sino cerrar los ojos cuando hace falta.

Simone Signoret.