23 de Abril de 2024

Bancos centrales, herencia neoliberal

Por Julio César Vega Olivares

Los enamorados  de la idílica concepción neoliberal del mercado  y su mano invisible, han decretado la existencia de bancos centrales, que desde su punto de vista eviten las distorsiones monetarias, tal que permitan el pago puntual de la deuda, preocupación central del capital, controlándolas mediante el empobrecimiento de las grandes mayorías, reduciendo el crecimiento económico, y manteniendo controlada la inflación con topes salariales, y utilizando sobre todo variables monetarias, como la tasa de interés y el tipo de cambio.

Pero como ya lo hemos mencionado anteriormente los Bancos Centrales no se crearon para ayudar al pueblo sino para proteger al capital, esa es la herencia neoliberal.

Pero pongan a  quien pongan en ese puesto de gobernador del Banco de  México, en realidad, las órdenes parten de la Secretaría Hacienda, el gobierno tiene mayoría en el consejo del banco, además los directores del Banco de México son hombres del presidente, y gentes de confianza del Fondo Monetario Internacional y de los banqueros, que les permiten manos libres a sus intereses y les premian con tasas de interesa elevadas, saqueando al país por esa vía, la tasa de interés, es un instrumentó tan letal como una bomba de neutrones.

Pues Carstens; hombre inteligente, pero tratando de justificar lo injustificable, para estar a tono presidencial, se distinguió por sus declaraciones poco inteligentes, para empezar jamás le atinó a sus metas de inflación y de crecimiento económico, daban cifras tan guangas que les cabía cualquier resultado y los vaivenes inflacionarios, son producto de una política económica equivocada, que utiliza como medio de ajuste el sacrificio de los trabajadores, los famosos apretones de cinturón, pero el responsable es quien ordena la sobre emisión de moneda nacional, así como la elevación de sus precios sobre todo de tarifas y energéticos y con un gasto presupuestal faraónico, que seca brutalmente la economía del país, por ello es claro quien provoca la inflación y no son los trabajadores.

Agustín Carstens se va, pero ha cumplido su misión con honores, la que le encomendaron sus verdaderos jefes, deja un México desalineado, susceptible, sin orden económico, sobre endeudado, sin una economía autosustentable, con elevadas tasas de interés internas y terriblemente dependiente de decisiones externas como las de la reserva federal, las del crecimiento norteamericano, las del fondo monetario internacional de que Trump amanezca de buen humor y de la supuesta renegociación del tratado de libre comercio.

Ahora Carstens deja al Banco de México y se va a suiza, nos deja varias frases cuando nos dice: “se quedaron atrás las crisis sexenales”, asegurando que los tiempos en que el presupuesto se aprobaba con fines electorales y el gobierno era financiado por el Banco Central, son cosa del pasado, y que el mandato del Banco de México perdurara gane quien gane en 2018.

Quien será el nuevo gobernador del Banco de México, hay varios tiradores, este nombramiento podría descartar a algún presidenciable o definirlo o podrían poner un encargado del despacho medida ahora tan en boga el país.

Pero lo cierto es que quede quien quede en el banco de México todo va a seguir igual nada va a cambiar, sin un verdadero cambio de régimen y este banco seguirá financiando los excesos del gasto.

Algunos afirman que la estabilidad de precios es el principal logro de Carstens, ni la burla perdonan, nada más recordemos los gasolinazos y la inflación creciente que nos hereda, solo disimulada con el maquillaje del INEGI.

Pues le deseamos buen viaje al señor Carstens a Basilea Suiza y que disfrute de su generosa jubilación y de su nuevo cargo.