23 de Abril de 2024

Licencia para la Barbarie

Por Julio César Vega Olivares

Algunos piensan que la nueva Ley de Seguridad Interior, es una ley que parece como una medida preventiva al estilo George Bush, algunos más radicales la comparan con leyes pinochetistas  o de la época de los gorilatos latinoamericanos.

Y que esto es una prevención algo así como curarse en salud, para el caso de unas elecciones conflictivas en el 2018 , tal que se desborde la protesta popular, derivado de que el poder tratara de imponer a su candidato a toda costa, incluso ya empiezan a poner jaques.

Otros opinan que lo que sucede es que se confunde seguridad interna, con seguridad pública, y con seguridad nacional, que son tres cosas distintas, por lo cual la ley de seguridad interna resulta como el jamón del sándwich y que esta ley no es para disminuir la inseguridad pública, la que ha resultado contraproducente para esos fines, pues donde quieran que llegan incluso aumenta la delincuencia. Así que no debemos crearnos falsas expectativas, si bien  las fuerzas armadas podrán intervenir como ya se está haciendo, actualmente la delincuencia va a seguir mientras no se tomen las medidas correctivas necesarias, pues la transferencia del mando, solo ha representado el cambio, para que sin aprobación del congreso, pueda  enviar al Ejército de manos de la corrupción. 

La mayoría de los intelectuales, y las algunas instituciones extranjeras y de derechos humanos la rechazan principalmente por un aspecto, que parece el más áspero; el que da facultades al presidente de la República en misiones que pueden ser focalizadas en digamos microestados de excepción, que incluso se pueden ampliar a zonas amplias o estados o al país,  y mantener,  hasta donde se quiera.

Bueno este asunto ya está así  desde muchos sexenios atrás pero con el presiente Calderón se hizo permanente  y derivado de la inacción del ministerio público y de los encargados de procurar e impartir justicia, pues les tiembla la mano, para juzgar al Ejército, las acciones de abuso y de violencia han quedado en el limbo, pero entonces para que esta  ley, ya que  algunos expresan que México se podría convertir en una dictadura militar constitucional  un hibrido muy peligroso  y que más bien la ley en el fondo es para perseguir a opositores políticos.

Muy sencillo pues si actualmente existen abusos cometidos por militares,  de esta manera el abuso seria ahora inexistente pues se convierte en legal,  ante lo que señala el artículo cuarto de la ley, que autoriza el uso legítimo  de la fuerza al Ejército, nos preguntamos si ese será el doble cero para actuar, tanto en tareas de seguridad pública, como de seguridad interna, esto mediante tácticas , métodos y protocolos de sus elementos, para controlar, repeler o neutralizar actos de resistencia, esto de acuerdo a sus características  y modos de ejecución, es decir no se ven limitantes para el uso de la fuerza militar , ni con que intensidad o a cuales actos de resistencia se refieren., pues si son de interpretación estamos fritos.

Pues ya un grupo de diputados promueve acciones de inconstitucionalidad contra de esta  ley y también hay instancias internacionales, así que esa ley puede ser combatida legalmente, también recordemos que los actos de lesa humanidad no prescriben y que se acaba de formar con un grupo de 10 organizaciones, un observatorio internacional para observar y documentar el deterioro de los derechos humanos en nuestro país, en respuesta a la aprobación de la Ley de Seguridad Interior.

Y también esperemos que el patriotismo con que se ha conducido siempre el Ejército Mexicano sea una barrera moral que permita autodelimitar correctamente su aplicación en el país, y no resulte una  ley represiva como las aplicadas por los dictadores sudamericanos, pues precisamente ayer la represión se desató en una marcha en Argentina, contra la reforma de ley que afecta a jubilados, 58 heridos en lo que se podría llamar una  licencia para la barbarie.