25 de Abril de 2024

Sergio González Levet

La línea que divide la labor política y la labor social es tan delgada, tan difusa, que muchos confunden una y otra, y hasta la consideran una sola.

A ver, la política -entendida en su mejor acepción-, es la actividad encaminada a lograr el poder público, para desde ahí hacer el bien en beneficio de toda la población; el trabajo social es cualquier actividad que busca apoyar al bienestar de la colectividad, desde cualquier posición de poder: público, económico, popular, etc.

De ahí la confusión, pues un político que en su carrera haga énfasis en los apoyos populares (no populistas, cuidado) puede llegar a ser considerado un luchador social. Y en contraparte, alguien que se preocupe por sus semejantes en desgracia o indefensión, y que busque ayudarlos a través de un trabajo social, llega a ser considerado líder de su comunidad, que es lo mismo que decir que se vuelve una figura política.

 

En esa tesitura se encuentra la doctora Karime Macías de Duarte.

Y no es para menos, pues ha desarrollado una ingente labor desde su posición como esposa del Gobernador y como Presidenta del Sistema DIF Estatal… pero vayamos desde el principio.

Hace algunos años -no llega a dos décadas- se formó una exitosa empresa que se propuso como objetivo mejorar a Veracruz. Esa empresa es la pareja Duarte-Macías. Sus dos socios y entonces únicos participantes se prometieron buscar siempre el bien común y hacerlo en el sentido que se fuera presentando a sus condiciones: si lograban poco, ayudarían con todo ese poco; si alcanzaban niveles mayores, hicieron el compromiso de que uno al otro se recordarían su misión original, para que no la olvidaran nunca, ni se desviaran del camino.

Karime ha aportado vocación, conocimiento, emoción y un punto de vista diferente para complementar las ideas de quien hoy encabeza las instituciones estatales y el proyecto.

No por nada ha hecho valer su preparación académica -especializada durante el doctorado hacia la asistencia social- a la hora de diseñar y echar a andar la agenda compensatoria. Con orden e inteligencia, en los últimos tres años y medio han progresado como nunca en Veracruz los programas de combate a la pobreza y a la marginación.

Y hay que añadir la innovación y el uso de las herramientas tecnológicas en apoyo de los vulnerables, de los que fueron transparentes por tantos años, de los olvidados de antes.

No por nada la Secretaria General de la Organización Iberoamericana, la costarricense Rebeca Grynspan, reconoció apenas esta semana que la Presidenta del DIF Veracruzano ha trabajado en firme para “poner un alto a la marginación, pobreza y vulnerabilidad, creando así una sociedad más participativa”.

Ante este empuje social, es inevitable que surja el elemento político, y ahora hay voces que quieren ver en Karime a la mejor candidata del PRI para la diputación por su natal Coatzacoalcos, en donde suma afecto y simpatía.

 

Pero no… no va por ahí.