El artista se inspiró en la figura zapoteca del guenda para participar en “Bestiario”, un proyecto colaborativo de arte, compuesto por más de 70 monotipos y esculturas, generado desde el Taller de Monotipo y Experimentación Gráfica, guiado y gestionado por los artistas Carmen Parra y Emiliano Girone
YS: Demián, ¿cómo se desarrolló la propuesta para elaborar este bestiario?
DF: La idea fue más bien de Emiliano Gironella. Él había empezado a hacer un bestiario junto con Filogonio Naxin y, después, me invitó a sumarme y yo, a su vez, invité a Diego. Para mí era importante tener cuatro voces distintas de diferentes generaciones. Creí que eso lo iba a enriquecer mucho más. Acepté porque, además, hace un par de años había hecho una serie sobre animales, es una muestra que se llamó Guenda, en Casa Lamm, que justo hablaba sobre esto que nosotros tenemos en nuestra cultura en Juchitán. Nosotros, como zapotecos, creemos que tenemos un doble en animal, a ese doble se le llama guenda; por ejemplo, el mío es un venado. Y, cuando alguien nace, siempre se le asigna un doble, dicen que es el primer animal que se acerca a ti cuando naces.
Había hecho esas referencias a esos guenda que eran, en mi caso, no solamente el que me correspondía, sino también esos animales que son importantes para mí. Entonces, hice una especie de estudio de zoología y, ahora con Emiliano, la idea fue un proceso muy abierto, cada quien tenía que crear sus propios animales y no teníamos que estar restringidos por una idea concreta. Lo mío se acerca más a una especie de estudio casi científico, quise aproximarme a detener a ese animal a través de un dibujo.
YS: Y para ti, ¿qué representa hacer un bestiario en estos tiempos?
DF: Me resulta una continuación de lo que había hecho con Guenda. Me interesa esta relación entre el hombre y su entorno, el ambiente y, obviamente, los animales. Además, creo que una de las cosas padrísimas de un taller de gráfica es justo la colectividad y creo que eso es algo que me motivó aún más, poder colaborar, poder trabajar en un taller y, además, abrirnos a un proyecto en colaboración, en trabajos a la limón, a cuatro manos. Eso también me motivó muchísimo, y, por supuesto, en estos tiempos post COVID-19 el recuperar vernos a los ojos.
YS: ¿Cómo fue que elegiste a los animales que incluyes en este bestiario?
DF: Son animales que siempre han estado de cierta manera, tengo un gusto hacia ellos o han tenido una referencia directa en mi vida. Estos animales que hice tienen un lazo continuo con los que cree antes, los preceptos conceptuales y artísticos siguen siendo los mismos.