- Como parte de la celebración del 50 FIC
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México
Con el firme compromiso de impactar significativamente en la sociedad mediante la democratización de la música clásica, el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles (LA Phil) llegan a la celebración de la 50 edición del Festival Internacional Cervantino, esto, como la culminación de una gira de otoño que contempla al Symphony Hall de Boston y al Carnegie Hall de Nueva York, en Estados Unidos.
“La gran celebración de nuestra gira ocurrirá en la Ciudad de México y en Guanajuato, por lo que resulta un honor y una felicidad inmensa formar parte del programa”, explicó el concertador.
Como parte de la celebración cervantina, las presentaciones ocurrirán el 28 y 29 de octubre en el Auditorio Nacional y el Teatro Juárez, respectivamente.
De acuerdo con el director de orquesta venezolano, en el recinto capitalino se presentará estreno de la composición “Fandango para violín y orquesta”, de Arturo Márquez, interpretado por la violinista americana Anne Akiko Meyers, en el que se apreciará sones, danzones, huapangos, danzas y melodías.
En cuanto a su presentación en el Teatro Juárez, compartió que ocurrirá el estreno de la composición “Kauyumari”(venado azul en la lengua de la cultura huichol), de la mexicana Gabriela Ortiz, la cual, será interpretada por la española María Dueñas; en el caso de ambos recintos, se interpretará también la “Sinfonía No. 1”, de Gustav Mahler.
“Poder dirigir la obra de dos compositores mexicanos vivos como parte del Cervantino es un honor, no sólo por lo que representa la celebración misma, sino porque grandes maestros mexicanos como Carlos Chávez, Eduardo Mata y Arturo Márquez han formado parte de mi desarrolló, de manera que siento a México como mi patria”
Sobre el desarrollo de la música clásica en América Latina, Gustavo Dudamel explicó que sin duda debe ser un trabajo continuo, pues lo que se busca es colocar la obra de los compositores de estas naciones en una posición justa dentro del repertorio mundial.
Por otra parte, el músico señaló que también es necesario -en el ámbito latinoamericano- abrir paso y espacios a las nuevas generaciones, quienes en muchas ocasiones son interpretados años después o posterior a su fallecimiento.
En cuanto al poder de la música, Dudamel expresó que sin duda es un elemento humano transformador.
“La música tiene un poder infinito, la música puede transformar sentimientos objetiva y subjetivamente, pues la gente puede escuchar la misma obra, la misma pieza, la misma canción o la misma opera y pueden sentir algo completamente distinto, ahí reside la universalidad y su infinitud humanística”, dijo el director de orquesta venezolano, quien explicó que él también es resultado de un programa que le permitió conocer “el poder de la música como algo palpable que se puede ver y vivir”.
Sobre cómo define al público mexicano, expresó que es su sangre, pues la cultura del país y la de todos los países de América Latina también corre por sus venas.
“La misma cultura, el mismo espíritu, México siempre me ha representado muchísimo, por lo que describir al público mexicano y latinoamericano es describirme a mí mismo, emocionado, entregado, efusivo”, finalizó.