29 de Abril de 2024

Así nacieron las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe

Así nacieron

 

 

  • La televisión fue un factor fundamental en el origen de este tradicional canto de agradecimiento que se realiza cada año

Agencias

México

Millones de personas se reúnen año con año en la Basílica de Guadalupe, el segundo templo católico más visitado, después de la Basílica de San Pedro, en Roma, para cantar las mañanitas a la Virgen de Guadalupe.

Esta tradición, sin embargo, está profundamente ligada con el desarrollo de la televisión mexicana, pues fue uno de los primeros eventos en ser transmitido en vivo a principios de la década de los 50.

La primera emisión desde los alrededores del templo católico data de 1951, cuando se hacían tres cortes en vivo para informar a la población sobre las novedades desde la Basílica de Guadalupe. Allí, se instalaba un micrófono abierto para que los artistas que así lo desearan pudieran rendirle tributo a la Morenita del Tepeyac.

“Había un micrófono puesto en la Colegiata y cualquier artista o trío cantaba cualquier canción. Así llegaron Ferrusquilla, y otros artistas, incluso, recuerdo a un señor que tocaba melodías golpeando su serrucho”, señaló, en entrevista para el semanario Desde la Fe, Carlos Salinas Saucedo, primer productor de las Mañanitas a la Virgen.

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El nacimiento formal de las Mañanitas

La popularidad del programa y un error se conjuntaron para, cuatro años después, crear una de las transmisiones más populares en la televisión mexicana, que aún hoy congrega a millones de televidentes en todo el mundo.

De acuerdo con Salinas Salcedo, el escritor veracruzano Rafael Solana dijo en uno de los cortes tradicionales que la gente se estaba preparando para cantar las Mañanitas, pero esto no era todavía una tradición, por lo que los productores en el Tepeyac improvisaron el canto.

La primera emisión desde los alrededores del templo católico data de 1951, cuando se hacían tres cortes en vivo para informar a la población sobre las novedades desde la Basílica de Guadalupe. Allí, se instalaba un micrófono abierto para que los artistas que así lo desearan pudieran rendirle tributo a la Morenita del Tepeyac.

“Había un micrófono puesto en la Colegiata y cualquier artista o trío cantaba cualquier canción. Así llegaron Ferrusquilla, y otros artistas, incluso, recuerdo a un señor que tocaba melodías golpeando su serrucho”, señaló, en entrevista para el semanario Desde la Fe, Carlos Salinas Saucedo, primer productor de las Mañanitas a la Virgen.

El nacimiento formal de las Mañanitas

La popularidad del programa y un error se conjuntaron para, cuatro años después, crear una de las transmisiones más populares en la televisión mexicana, que aún hoy congrega a millones de televidentes en todo el mundo.

De acuerdo con Salinas Salcedo, el escritor veracruzano Rafael Solana dijo en uno de los cortes tradicionales que la gente se estaba preparando para cantar las Mañanitas, pero esto no era todavía una tradición, por lo que los productores en el Tepeyac improvisaron el canto.

Información de El Heraldo de México