Los expertos señalan que sus repercusiones y efectos estimulantes en el cuerpo son parecidos al de sustancias como la nicotina o la heroína.
Agencias.-
Los efectos de algunos productos o ingredientes consumidos por los seres humanos ha sido un tema que ha generado mayor atención con el paso de los años. En el caso de México, se han tomado algunas medidas sin precedentes, desde prohibir el uso de personajes animados en envoltorios o la inclusión de sellos de advertencia en algunos casos, estas medidas buscan concientizar e informar sobre las consecuencias que algunos alimentos pueden causar en la salud de los consumidores.
Con la finalidad de difundir los problemas que algunas opciones en el mercado pueden provocar en la salud, recientemente se condujo un estudio científico, el cual puntualizó en los efectos nocivos de los productos ultraprocesados (PUP) en la salud emocional y física de las personas. Según investigaciones internacionales, el consumo de este tipo de alimentos está relacionado al desarrollo de ansiedad, la depresión y diversos problemas de conducta alimentaria.
¿Qué son los PUP?
Los PUP, termino creado por un equipo de investigadores en la Universidad de São Paulo, Brasil, son una amplia variedad de productos que incluyen bebidas azucaradas, cereales de caja, snacks, galletas, embutidos, pizzas y hamburguesas de cadenas comerciales. Estos productos pueden ser identificados por consumidores mexicanos por medio de los sellos octagonales y advertencias en el empaque, los cuales alertan sobre altos contenidos de azúcar, sal, grasas y aditivos alimentarios.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los PUP son especialmente perjudiciales debido a sus altos niveles de azúcar, sal, grasas saturadas y aditivos químicos. Estos componentes no solo son adictivos, sino que también pueden contener sustancias contaminantes e incluso podrían ser cancerígenos.
¿Por qué los PUP son tan adictivos?
Los PUP son tan adictivos debido a la combinación de carbohidratos refinados y grasas, los cuales estimulan los sistemas de recompensa del cerebro, provocando un falso efecto de saciedad y calma. Los expertos señalan que sus repercusiones y efectos estimulantes en el cuerpo son parecidos al de sustancias como la nicotina o la heroína.
Según las investigaciones, este fenómeno químico engaña al cerebro, disminuyendo la sensación de saciedad y predisponiendo a las personas a preferir alimentos altamente procesados en lugar de opciones naturales y nutritivas, creando un ciclo viciosos de uso y consumo de estos productos altamente adictivos y perjudiciales para la salud. De igual forma, cortar de manera tajante el consumo de este tipo de productos puede detonar una serie trastornos y padecimientos mentales en sus consumidores, por lo que se recomienda el consejo de un profesional de la salud para elaborar un plan nutricional adecuado.