Tener un embarazo saludable es una de las mejores maneras de promover un nacimiento saludable y recibir cuidados previos al embarazo y prenatales regulares desde el inicio del embarazo mejora las probabilidades de tener un embarazo saludable. Estos cuidados pueden comenzar incluso antes del embarazo con una visita a un proveedor de atención médica pare recibir cuidados previos a la concepción.
Los cuidados previos al embarazo son los cuidados que recibe una mujer antes de quedar embarazada para ayudar a promover un embarazo saludable. Tomar medidas para asegurarse de estar sana y evitar la exposición a conductas y toxinas perjudiciales antes de concebir pude disminuir las probabilidades de tener problemas durante el embarazo y mejorar la salud de su hijo.
Por otro lado, los cuidados prenatales son los cuidados que recibe una mujer durante el embarazo. Los cuidados prenatales deben comenzar en cuanto la mujer sepa o crea que está embarazada. Las visitas prenatales regulares desde el inicio del embarazo son importantes para la salud tanto de la madre como del feto. La investigación muestra que los cuidados prenatales hacen una diferencia para un embarazo saludable. Las mujeres que no reciben cuidados prenatales tienen tres veces más probabilidades de dar a luz a un bebé con bajo peso al nacer, también puede aumentar el riesgo de muerte del bebé.
Una visita de cuidados previos a la concepción puede ayudar a que las mujeres tomen medidas para tener un embarazo saludable incluso antes de quedar embarazadas.
Las mujeres pueden ayudar a promover un embarazo saludable y el nacimiento de un bebé sano tomando las siguientes medidas antes de quedar embarazadas:
Elaborar un plan para su vida reproductiva, aumentar la ingesta diaria de ácido fólico (una de las vitaminas B) al menos 400 microgramos, asegurarse de tener las vacunas al día, controlar la diabetes y otras afecciones médicas, no fumar, beber alcohol ni consumir drogas, tener un peso saludable, obtener información sobre sus antecedentes de salud familiares y los de su pareja, buscar ayuda para problemas de depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental.
Las mujeres que sospechan que podrían estar embarazadas deben programar una visita con su proveedor de atención médica para comenzar a recibir cuidados prenatales. Las visitas prenatales a un proveedor de atención médica generalmente incluyen un examen físico, control del peso y entrega de una muestra de orina. Según la etapa del embarazo, los proveedores de atención médica también pueden realizar análisis de sangre y estudios por imágenes, como exámenes por ultrasonido. En estas visitas también se habla sobre la salud de la madre, la salud del feto y cuestiones relacionadas con el embarazo.
Los cuidados previos a la concepción y los cuidados prenatales pueden ayudar a prevenir complicaciones y a informar a las mujeres sobre medidas importantes que pueden tomar para proteger al bebé y garantizar un embarazo saludable.
Con cuidados prenatales regulares, las mujeres pueden obtener los siguientes beneficios:
Reducir el riesgo de complicaciones del embarazo. Seguir una dieta saludable y segura; hacer ejercicio de forma regular según lo recomiende un proveedor de atención médica; y evitar la exposición a sustancias potencialmente perjudiciales, como plomo y radiación, puede ayudar a reducir el riesgo de problemas durante el embarazo y a promover la salud y el desarrollo del feto. Controlar las afecciones existentes, como presión arterial alta y diabetes, es importante para prevenir las complicaciones serias y sus efectos.
Reducir el riesgo de complicaciones del feto y del bebé. Se ha demostrado que el consumo de tabaco y alcohol durante el embarazo aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante. El consumo de alcohol también aumenta el riesgo de desarrollo de trastornos del espectro alcohólico fetal, que pueden causar diversos problemas, como rasgos faciales anormales, cabeza pequeña, mala coordinación, mala memoria, discapacidad intelectual y problemas cardíacos, renales u óseos.
Además, el consumo diario de 400 microgramos de ácido fólico reduce el riesgo de desarrollo de defectos del tubo neural en un 70%. La mayoría de las vitaminas prenatales contiene los 400 microgramos recomendados de ácido fólico, al igual que otras vitaminas que las mujeres embarazadas y los fetos en desarrollo necesitan. Se ha agregado ácido fólico a alimentos como cereales, panes, pasta y otros alimentos a base de granos. Aunque hay una forma relacionada (denominada folato) presente en el jugo de naranja y los vegetales de hojas verdes (como la col rizada y la espinaca), el folato no se absorbe tan bien como el ácido fólico. Ayudar a garantizar que los medicamentos que toman las mujeres sean seguros. Las mujeres no deben tomar ciertos medicamentos, incluidos algunos tratamientos para el acné y suplementos alimenticios y a base de hierbas durante el embarazo, ya que pueden dañar al feto.