21 de Noviembre de 2024

Trabajo de parto prematuro

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En general, un embarazo humano normal dura aproximadamente 40 semanas (9,2 meses). En la actualidad, los profesionales de la salud definen el parto "a término" como un parto que ocurre entre las 39 semanas y las 40 semanas y 6 días de gestación. Los bebés nacidos en este período se consideran bebés a término.

Los bebés nacidos en las semanas 37 y 38 de gestación que antes se consideraban a término pero que actualmente se denominan a "término temprano" corren más riesgos de salud que los nacidos en las semanas 39 o 40.

La "prematuridad tardía" se refiere a las semanas 34 a 36 de embarazo, donde los bebés nacidos durante este período se consideran bebés prematuros tardíos, pero enfrentan muchos de los mismos problemas de salud que los bebés prematuros. Más del 70% de los bebés prematuros nace durante el período de prematuridad tardía. El parto prematuro es la causa más común de muerte infantil y la principal causa de discapacidad a largo plazo en los niños. Muchos órganos, incluidos el cerebro, los pulmones y el hígado, todavía se están desarrollando en las últimas semanas de embarazo. Cuanto antes sea el parto, más alto será el riesgo de tener discapacidades graves o morir.

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Los bebés prematuros corren riesgo de tener parálisis cerebral (un grupo de trastornos del sistema nervioso que afectan el control de los movimientos y la postura y limitan la actividad), retrasos en el desarrollo y problemas visuales y auditivos. Además, suelen tener mejores resultados de salud que los nacidos antes, pero todavía son tres veces más propensos a morir en el primer año de vida que los bebés nacidos a término completo.

El trabajo de parto prematuro es el momento en que se manifiestan contracciones que desencadenan la apertura del cuello uterino entre las semanas 20 y 37 del embarazo, estamos ante lo que se denomina trabajo de parto prematuro, el cual puede provocar que el bebé nazca antes del periodo normal de gestación.

Los síntomas son: ontracciones (tensión de los músculos del estómago o dolores del parto) cada 10 minutos o con más frecuencia, cambio en el flujo vaginal (pérdida de líquido o sangrado a través de la vagina), sensación de presión en la zona de la pelvis (cadera), dolor sordo en la parte baja de la espalda, espasmos similares a los cólicos menstruales, calambres abdominales con o sin diarrea.

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Es normal que una mujer embarazada tenga algunas contracciones uterinas durante el día, lo que no es normal es tener contracciones uterinas frecuentes, como seis o más en una hora. Las contracciones uterinas frecuentes pueden hacer que el cuello uterino comience a abrirse.

Las causas del trabajo de parto y el parto prematuro son numerosas y complejas, y solo se entienden parcialmente. Hay factores médicos, psicosociales y biológicos que juegan un rol en el trabajo de parto y el parto prematuros. Hay tres situaciones principales en las que podrían producirse un trabajo de parto y un parto prematuros: trabajo de parto y parto prematuros espontáneos, se refiere a un parto no intencional y no planificado antes de las 37 semanas de embarazo. Este tipo de parto prematuro puede ser el resultado de diversas causas, como una infección o inflamación, si bien la causa del trabajo de parto y el parto prematuro suele ser desconocida, tener antecedentes de un parto prematuro es uno de los principales factores que predicen un parto prematuro subsiguiente.

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Parto prematuro indicado por razones médicas.

Si hay una enfermedad grave como la prupdatepsia, el profesional de la salud podría recomendar un parto prematuro. En estos casos, el profesional de la salud con frecuencia hace lo posible para mantener al bebé en el vientre materno lo más posible para permitir un crecimiento y desarrollo adicionales, en tanto controla la salud de la madre y del feto.

Parto prematuro electivo (no indicado por razones médicas).

Algunos partos prematuros tardíos son provocados por una inducción del parto o por someterse a un parto por cesárea, aunque no haya una razón médica para ello. Esta práctica no es recomendable. Las investigaciones indican que incluso los bebés nacidos a las 37 o 38 semanas de embarazo corren más riesgo de tener problemas de salud que los bebes nacidos a las 39 semanas o más. Por lo tanto, a menos que haya problemas médicos, los profesionales deberían esperar al menos hasta las 39 semanas de embarazo para inducir el parto o realizar una cesárea, a fin de prevenir posibles problemas de salud.

En la actualidad no hay una manera definitiva de predecir el trabajo de parto y el parto prematuros. Muchos estudios de investigación se centran en este tema importante. Al identificar qué mujeres corren más riesgo, los profesionales de la salud podrían ser capaces de brindarles intervenciones y tratamientos más temprano y controlar de cerca estos embarazos para evitar el parto prematuro o mejorar los resultados de salud. Sin embargo, en algunas situaciones los profesionales de la salud saben que es probable que se produzca un parto prematuro.