- El frío pone en riesgo tu piel, importante mantener hidratados
AGENCIAS
CDMX
En la época invernal, nuestra piel sufre los efectos del frío, el viento, la lluvia y la nieve en algunos casos. Algunas veces se hacen notar ciertos cambios en su aspecto, como sequedad, nuevas venitas en las piernas o rojeces, debido a la bajada de temperaturas.
Qué le pasa a la piel en invierno
El frío, especialmente en condiciones extremas, puede resultar dañino para la piel. Al respecto, la doctora Carolina Vila Sava, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología del Hospital Quirónsalud Huelva, nos indica que "con el frío se enlentece la circulación sanguínea, la piel se deshidrata con más facilidad, y se ralentiza el ciclo de renovación de las células cutáneas, por lo que aparece más seca, apagada, con más retención de células epidérmicas muertas y más vulnerable". Esto puede provocar lesiones, como: sabañones, eczemas, sequedad, tirantez y rojeces.
Además, la combinación de frío con el uso de la calefacción puede afectar a las personas con psoriasis o dermatitis atópica, generando nuevos brotes o agravando sus síntomas. Otras enfermedades que pueden empeorar en invierno son el fenómeno de Raynaud, que provoca un cambio de color en los dedos, o la urticaria por el frío, que produce picores o rojeces.
Duchas breves y con agua templada
Si en invierno te gustan las duchas con agua ardiendo, y en verano todo lo contrario, debes saber que estas temperaturas extremas pueden afectar a la piel. Siguiendo el consejo de la doctora Vila, lo más conveniente es que el agua de la ducha esté templada.
Igualmente, no es recomendable pasar mucho tiempo bajo la ducha, tal como indica la doctora, "es preferible realizar la ducha con una duración aproximada de 15 minutos, evitando chorros directos a presión para no dañar la epidermis más superficial".
Usar crema hidratante
Mantener la piel hidratada es el cuidado básico, y debes procurar hacerlo de forma abundante y frecuente. En este sentido, la doctora recomienda aplicar cremas hidratantes que protegen las células epidérmicas y restablecen la función barrera, como, por ejemplo, un emoliente con alto contenido en urea, lanolina y vaselina.
Beber suficiente agua
Consumir líquidos es una forma natural de aportar la hidratación que necesita tu organismo para funcionar correctamente. "Es fundamental mantener la piel bien hidratada también desde el interior, realizando una adecuada ingesta de agua y de alimentos cocinados en sopas o cremas que mantienen la homeostasis o calor corporal", añade la experta.
Usar prendas de lana
Estas lesiones son muy comunes en invierno a causa del frío y suelen originar síntomas incómodos, como inflamación, picor, manchas rojas y ampollas.
Los sabañones aparecen en los dedos de manos y pies como consecuencia de las bajas temperaturas. En concreto, la microcirculación de la piel puede verse afectada por el efecto del frío, lo que puede provocar la inflamación de pequeños vasos sanguíneos.
Fotoprotector, siempre a mano
Si en verano nunca abandonas tu crema protectora, en invierno también tiene que ser el producto estrella, y todavía más si vas a realizar ejercicio al aire libre o vas a disfrutar de la nieve y la montaña. Las radiaciones ultravioletas también nos afectan en los meses de invierno, con especial precaución si estamos en contacto con la nieve, ya que los rayos UV se reflejan y pueden causar directamente quemaduras.