- Aunque la acumulación de suciedad es la causa más común, también existen otros factores que pueden provocar un mal olor
AGENCIAS
CIUDAD DE MÉXICO
Los perros disfrutan jugar al aire libre, explorar y muchas veces, ensuciarse en el proceso. Ya sea después de un paseo bajo la lluvia, una tarde en el parque o un día de aventuras en el campo, es común que regresen cubiertos de barro, polvo o incluso con un olor desagradable. Sin embargo, si has notado que tu animal desprende un olor desagradable sin razón aparente, es posible que haya un problema detrás.
Aunque la acumulación de suciedad es la causa más común, también existen otros factores que pueden provocar un mal olor persistente, desde hábitos naturales hasta enfermedades.
La experta en cuidado animal Marta Sarasúa, explica las razones más habituales y cómo solucionarlas.
Los perros suelen ensuciarse al jugar en parques, ríos o zonas con barro. Esto puede hacer que acumulen tierra y otros residuos en su pelaje, intensificando su olor natural. Ante esto, es recomendable bañarlo con un champú específico para perros, evitando los productos para humanos que pueden alterar el pH de su piel. Además, es clave secarlo bien para prevenir problemas cutáneos.
Algunos perros tienen el instinto de frotarse contra materia en descomposición o heces de otros animales. Aunque puede parecer repulsivo para los humanos, este comportamiento es completamente normal en el mundo canino.
Por eso, entrenar a tu perro con comandos como "no" o "ven" puede ayudar a prevenir que se restriegue sobre estas sustancias. También puedes reforzar su obediencia con premios y refuerzo positivo.
Si tu perro sigue oliendo mal después del baño, podría estar padeciendo una enfermedad de la piel, como dermatitis, infecciones bacterianas o fúngicas, sarna o problemas endocrinos. Si notas enrojecimiento, descamación, caída de pelo o picazón excesiva, es importante acudir al veterinario.
Dependiendo del diagnóstico, el tratamiento puede incluir medicamentos orales, tópicos o baños terapéuticos.
El mal olor también puede venir de la boca de tu perro. La halitosis suele ser causada por acumulación de sarro, enfermedad periodontal o incluso problemas digestivos, hepáticos o renales. Para prevenirla, se recomienda cepillar los dientes del perro con un dentífrico especial, ofrecerle snacks naturales para limpiar su dentadura y realizar chequeos veterinarios regulares.
La otitis, una inflamación del canal auditivo causada por bacterias, hongos o parásitos, puede generar un olor fuerte y desagradable. Además, los perros con otitis suelen sacudir la cabeza con frecuencia y rascarse las orejas.
Los perros tienen dos glándulas anales que liberan un líquido con un olor fuerte. Si estas no se vacían correctamente, pueden infectarse y generar un olor extremadamente desagradable. Si tu perro se lame demasiado el ano o arrastra su trasero por el suelo, es posible que tenga un problema con sus glándulas anales. Un veterinario puede drenarlas manualmente o recomendar una intervención en casos crónicos.
Si tu perro huele mal, no siempre se debe a la suciedad. Factores como su comportamiento natural, enfermedades de la piel, infecciones o problemas dentales pueden ser los responsables. Con estos consejos de la experta, tu mascota podrá disfrutar de sus aventuras sin preocupaciones.