5 de Marzo de 2025

Las mamás y el estrés

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  • Consejos para liberarte de emociones y estrés por nuevos compromisos, tareas y responsabilidades como madre en el trabajo

AGENCIAS
CIUDAD DE MÉXICO

Las mamás en todo el mundo pueden ser madres, esposas, trabajadoras, consejeras, hermanas, amigas, tías, apasionadas, deportistas pero sobre todo mujeres. No obstante, parece que como madres estamos cada vez más estresadas y con razón.

Mamá cansada y estresada

Como mujer, convertirnos en madres puede significar muchas cosas, entre ellas: convertirnos en adultas, activar el sentido de cuidado, vivir un amor verdadero y puro. Sin embargo, ciertamente significa incluir en el “balance” otro aspecto importante de nosotras mismas.

Desde el embarazo, nos damos cuenta cómo cambia la vida con un bebé, además de como modifica aspectos físicos y psicológicos. Es natural que nos genere preocupación y tratamos de imaginar cómo estos aspectos pueden integrarse con nuestra persona. 

Precisamente la necesidad de conciliar nuevas tareas, roles y relaciones que tenemos como mujer puede generar un fuerte estrés ahora como madres. Muchas estadísticas muestran que las madres a menudo estamos estresadas.

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Identificar prioridades

Reconocer y seleccionar actividades, pensamientos, expectativas o preocupaciones que son realmente importantes para nosotras y dejar de lado las más superficiales. Para evitar la sobrecarga física y psicológica es bueno entender cuáles son las actividades prácticas (como pasar tiempo en el parque con nuestro hijo) que creemos que son de primordial importancia y nos hacen sentir mejor con nosotras mismas. Al hacer una lista de cosas que no se pueden posponer, debemos ser conscientes de que algunas actividades se dejarán de lado o se pospondrán.

Recibe y comparte tus emociones

Ser madre no significa que tenemos que estar siempre felices o de buen humor, muy a menudo nos sentimos cansadas, nerviosas y preocupadas. Sentir la presencia de emociones negativas no es señal de que se estés haciendo algo mal, solo significa que necesitamos un momento para detenernos y escuchar. Aceptar estas emociones, escucharlas y dejarlas ir, ayuda a sentirte mejor.

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Hacer lo que nos gusta

Cuando somos adultos y especialmente cuando nos convertimos en padres, pensamos que el deber es la brújula para guiarnos en el mundo. En realidad, el placer y la satisfacción son lo que mueve la motivación para hacer, lo que nos da energía y lo que nos ayuda a sentirnos bien. Por eso es importante dedicar, aunque sea un poco de tiempo a lo que realmente nos gusta hacer para estar mejor con nosotros mismos y con los demás. 

El redescubrimiento de lo que realmente nos gusta hacer, nos permite como madres comprometernos en la escuela, en las actividades extraescolares, en el trabajo y en los compromisos cotidianos, encontrándonos a nosotras mismas, independientemente de los roles que estemos desempeñando.

Delegar cuando sea posible

Ser mamás no significa hacer y gestionar todo nosotras mismas. Una buena mamá es aquella que cuida de sus hijos y de sus necesidades pero que está consciente que puede pedir una mano de ayuda. Delegar en personas de confianza el cuidado de tus hijos o actividades cotidianas que no se pueden gestionar individualmente no nos convierte en peores madres, sino en mamás más consientes.