-El método resulta muy efectivo
AGENCIAS
El vinagre casero se ha convertido en una efectiva arma de bajo costo para luchar contra la plaga de coronas de espinas que destruye la Gran Barrera de Coral, en el Noreste australiano, informaron este miércoles fuentes académicas.
Un estudio liderado por Lisa Boström-Einarsson, de la Universidad James Cook, señala que la inoculación del vinagre casero en la estrella de mar "Acanthaster planci", conocida como corona de espinas y voraz depredadora de corales, es tan efectiva como la actual sustancia que se está usando para combatir a esta plaga.
Tras un primer intento fallido, los científicos del centro australiano revisaron el proceso hasta lograr un 100 por ciento de éxito en la eliminación de estas coronas de espinas. Actualmente, para combatir la plaga se utiliza un costoso concentrado de químicos que solo se obtiene mediante permisos especiales en Australia.
"Nosotros usamos 20 mililitros de vinagre, que cuesta la mitad y puede comprarse en cualquier supermercado", dijo Boström-Einarsson en un comunicado de la Universidad James Cook, en el que se precisó que las coronas de espinas mueren en un período de 48 horas tras ser inoculadas.
Boström-Einarsson, quien trabajó en el estudio con el colombiano Jairo Rivera Posada, indicó que en las pruebas de laboratorio se alimentó a los peces con las coronas de espinas muertas, sin que éstos fueran afectados.
Sin embargo, la especialista remarcó que se necesita realizar pruebas a gran escala para tener la certeza absoluta de que no supone un daño a la vida marina. Si bien el uso del vinagre casero podría ayudar a combatir a la plaga, es muy difícil que se erradique mediante el método de la inoculación individual.
Solamente en la Gran Barrera se calcula que hay entre cuatro y 12 millones de coronas de espinas, cuyas hembras producen unos 65 millones de huevos en cada temporada de reproducción. En 2012, un estudio reveló que la Gran Barrera, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1981, ha perdido más de la mitad de su coral en los últimos 27 años, principalmente por las tormentas y las coronas de espinas.