22 de Noviembre de 2024

Mediante fotografías preservan legado arqueológico destruido en Medio Oriente

EL UNIVERSAL

Instituciones dedicadas a la preservación del patrimonio, artistas y desarrolladores gráficos se han preocupado por el legado arqueológico que se ha perdido a raudales en Medio Oriente, producto de las distintas guerras, y pese a la pérdida material del legado artístico y arquitectónico de zonas como Nimrud, en Irak, o Palmira, en Siria, han propuesto algunos métodos para preservar los testimonios de los bajorrelieves que han sido borrados por la acción de explosiones intencionales o indirectas.

En mayo pasado, estudiantes de doctorado de la Red de Formación Inicial para el Patrimonio Cultural Digital propusieron reconstruir digitalmente los objetos erradicados por el Estado Islámico (EI) en el Museo de Mosul, en Irak, valiéndose de imágenes disponibles sobre las piezas destruidas y recreándolas en 3D a través de la fotogrametría, un técnica que se vale de un software que convierte imágenes 2D en modelos tridimensionales. Para dicho fin, se dieron a la tarea de recopilar fotografías hechas por turistas sobre piezas que fueron presuntamente destruidas o robadas por radicales islámicos. 

Por su parte, el Getty Research Institute de Los Ángeles, adquirió una colección de algunas de las primeras fotografías tomadas de sitios patrimoniales en Líbano y Siria. Entre estos testimonio gráficos se encuentran imágenes de las ruinas romanas de la ciudad antigua de Palmira, un Patrimonio de la Humanidad que actualmente está siendo asediado por los yihadistas. 

Entre las series fotográficas que la organización adquirió se encuentran 47 impresiones tomadas durante una expedición en 1864 por el oficial naval francés Louis Vignes, durante una de las primeras misiones científicas en el Mar Muerto. 

Entre los negativos de más de 150 años se pueden observar edificaciones como el Templo de Baalshamin, en Palmira, un recinto de dos mil años de antigüedad que fue dinamitado por el EI en agosto pasado; y el Templo de Bel, en la misma ciudad siria, cuya desaparición fue corroborada por imágenes satelitales que mostraban su total destrucción hace poco más de un mes. 

También se pueden observar en tono sepia las inmaculadas ruinas del Arco del Triunfo, devastadas ayer por los radicales islámicos. 

De todas esas piezas que conformaban “la joya del desierto”, la urbe de ubicación estratégica sobre la Ruta de la Seda, en cuyas columnas convivían influencias artísticas de múltiples culturas, producto del peregrinaje comercial que convergía en la ciudad milenaria, sólo quedan las imágenes. 

En el contexto de la preservación gráfica del legado destruido, Frances Terpak, curador de fotografía en el Getty Research Institute, lamentó que “la guerra civil siria amenaza con destruir Palmira completamente”, y priorizó la preservación de los antiguos monumentos y su belleza natural para la posteridad. 

 

Cabe destacar que la destrucción del legado arqueológico en Medio Oriente no es una acción reciente y sin precedentes. A lo largo de las guerras santas y civiles del mundo árabe, éste se ha visto afectado de manera irreparable, desde la guerra en Líbano, en 1975, hasta la guerrilla de la actualidad en Siria.