-La descubridora Fanny López Jiménez asegura que no es común que mujeres arqueólogas concreten hallazgos de vestigios de féminas con características monárquicas
AGENCIAS
El misterio y las interrogantes rodean a la Reina Roja de Palenque, a más de dos décadas de su hallazgo en 1994, el año del alzamiento armado indígena en Chiapas, que coincidió con los episodios de inestabilidad que caracterizaron la época de la gobernante maya, hace unos mil 300 años en las profundidades de la selva, afirmó la arqueóloga y descubridora del personaje emblemático prehispánico, Fanny López Jiménez.
La científica originaria de Tuxtla Gutiérrez recordó cómo fue su encuentro con la Reina Roja, identificada como Tz'akbu Ajaw (Guacamaya Blanca) y probable esposa de Pakal II, aquella mañana de abril de 1994, cuando, erguido en armas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) exigía el cumplimiento de sus reclamos históricos.
Ese día, cuando Fanny se dirigía a la zona arqueológica de Palenque, uno de los trabajadores del área le preguntó: Arqueóloga, ¿ya va a encontrar los huesos? En broma le respondió: ¿Los huesos? ¡Los jades voy a encontrar!
Poco después, en el interior del Templo de la Calavera, la arqueóloga chiapaneca topó con una tumba. Al levantar la lápida apareció la osamenta de una enigmática mujer ataviada de jade y cubierta del intenso color rojo del cinabrio, mineral con la que fue amortajada, como se practicaba con gobernantes y gente importante en la cultura maya.
Bajo la lápida los arqueólogos se percataron de la mujer sepultada en el sarcófago, en cuyo exterior se hallaban los restos de un menor y una mujer adulta; al lado del Templo de las Inscripciones, la tumba ocupaba un espacio importante en la plaza principal de Palenque.
Dedujeron que se trató de un personaje importante en esa antigua ciudad de incógnitas. "Es ahí cuando dijimos que se trataba de una mujer, que seguramente tuvo algún cargo; al no encontrar inscripción jeroglífica de referencia, el Arqueólogo Arnoldo González y yo dijimos, bueno, es reina, ¿y cómo le vamos a llamar?: la Reina Roja, por el cinabrio", relató López Jiménez.
El hallazgo de la gobernante maya fue cuatro meses después del estallido de la rebelión indígena chiapaneca, que pareció coincidir con los tiempos de inestabilidad que vivió Tz'akbu Ajaw.