Con un gol solitario de Gerard Piqué, Barcelona apenas venció al APOEL en el arranque de la fase de grupos de Champions League
AGENCIAS
España
El Barcelona ha firmado el primer triunfo en la liguilla al vencer a un resultón APOEL (1-0), que impidió desplegar el juego con el que el equipo de Luis Enrique ha vuelto a recuperar las sensaciones, y que tuvo una ocasión de oro en el tiempo de añadido para empatar, acción en la que Ter Stegen estuvo prodigioso.
Un solitario gol de Piqué en el primer tiempo, acabó dando el triunfo a un pobre Barcelona, flojo en ideas y escaso en producción defensiva, con una segunda parte para el olvido.
También fue flojo el primer tiempo de un Barcelona, que se vio sorprendido por un APOEL, que apostó su suerte a un 4-4-2 muy compacto con todo invertido en De Vincenti y Sheridan, para la aventura de cazar alguna cosa delante.
Al equipo de Luis Enrique le costó mucho elaborar jugadas claras. A pesar de imprimir un buen ritmo en el pase, los huecos escasearon y, además, el APOEL subió la defensa hasta la línea del área grande, encogiendo el campo e impidiendo que el Barcelona pudiese desplegar todas sus opciones defensivas.
Así, cuando el APOEL intentó alguna aventura ofensiva sin mucha convicción, en el robo de pelota el Barcelona se olvidó de cortas transiciones y lanzó ataques letales, aunque sin concretarse en gol.
En un partido embarullado, el Barcelona sumó su primera acción clara en una falta que recibió Messi de Vinicius, y en la que el argentino lanzó un chute directo que el meta envió a córner.
Poco antes del primer tercio, una pared entre Neymar y Messi acabó sin peligro, ante la pérdida de verticalidad del argentino frente a la portería.
Piqué debió lanzarse en dos ocasiones al suelo para cortar el tímido peligro que armó el APOEL cuando vio la ocasión de lanzar un balón largo hacia la meta de Ter Stegen, quien en una ocasión debió salir de cabeza fuera del área.
En el 21, y ante el colapso que estaba sufriendo el juego azulgrana, Neymar tiró de talento, condujo con precisión desde dentro a fuera del área y tras armar la pierna derecha lanzó un potente disparo, que salió alto.
El Barcelona estaba sufriendo, sobre todo porque no había un balón ni una jugada que hiciese daño al equipo chipriota, que se sentía cómodo, hasta que en una clara falta a Alves, Messi colgó al área y Piqué remató a gol de cabeza (1-0).
El Barcelona pudo ampliar la ventaja a poco de concluir el primer acto, en un contragolpe con pase de Messi a Neymar, éste le esperó dentro del área y el argentino lanzó un potente disparo que Pardo desvió fuera.
En el segundo tiempo, el tercer equipo chipriota que ha visitado en Camp Nou, tras AEK Larnaca y el Apollon Limassol, cuajó en partido aún más completo, especialmente en defensa, mientras que esta vez ante la meta de Ter Stegen tuvo una opción inmejorable, en la que Bartra puso el cuerpo para evitar que el balón encarase los tres palos, en el 57.
Diez minutos después, Neymar de cabeza remató muy mal cuando tenía más opciones que la de errar, en un momento crítico para un Barcelona que, a pesar de mandar en el marcador, no lo hacía en el partido, sobre todo porque el APOEL no desfalleció en ningún momento ni mostró ninguna flaqueza en defensa.
El Barcelona no tuvo un plan B para reaccionar. Sus imprecisiones y falta de profundidad por las bandas, sumado a las escasas ideas en hacer penetrar el balón por medio le dieron una imagen de un Barça reconocible al del año pasado, en el que generó muchas dudas.
A punto de cumplir con el cuarto partido seguido sin encajar un gol, y sumar la cuarta victoria, tras las tres de Liga, un contragolpe del APOEL en el 77 estuvo a punto de hacer saltar la banca en el Camp Nou, pero cuando tenía un disparo claro, a De Vincenti se le fue el balón a la izquierda y perdió precisión en el chute.
Tras topar contra un muro, y quizá con las fuerzas algo al límite, el Barcelona cedió terreno y el APOEL se atrevió a mover el balón con confianza y sin miedo. El Barça se pudo dar una segunda alegría con un disparo de Neymar cuyo rechace recogió Messi, pero la pierna del defensa Mario Sergio impidió el 2-0. Tuvo el 1-1 en el añadido Manduca, pero Ter Stegen hizo la parada del partido.
