- El lanzador de 26 años jugó en Grandes Ligas con los Marlines de Miami y en Venezuela con los Tiburones.
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Los Diablos Rojos del México, como en toda la Liga Mexicana de Beisbol, sufrieron para mantener regularidad en el repertorio de lanzadores. Por eso, como anunció el gerente deportivo de los escarlatas, Jorge del Valle, es necesario reforzar el pitcheo, porque en la temporada 2022 reconocen que “quedaron a deber en el montículo”.
La gira para encontrar los mejores brazos del Caribe y Estados Unidos, atentos a la “sabermetría” (el análisis a los datos estadísticos de los peloteros), ha sido un reto, contó el gerente escarlata. Con la opción de tener siete jugadores no mexicanos en el plantel, se esfuerzan en reforzar el montículo, tanto con abridores como con relevistas.
Ayer fue anunciado Sam Bordner, quien se convierte en el séptimo pelotero foráneo del equipo para el inicio de la pretemporada 2023. Un lanzador derecho de 26 años que estuvo en la loma de la Universidad de Louisville para después ser elegido por los Marlines de Miami en el draft de 2018.
Estuvo en el Jupiter Hammerheads, de categoría A, hasta 2021, donde lanzó veinte entradas y permitió sólo tres carreras.
Bordner ha participado en el beisbol de Venezuela con los Ti-burones de La Guaira, donde trabajó por 25 innings con diez carreras admitidas, 24 ponches y cinco salvamentos.
Si algo padecieron los Diablos Rojos en la temporada 2022 fue la inconstancia desde la loma, admitió Del Valle. Abridores que no lanzaban más de cinco entradas, juegos que se complicaban con el ingreso de los relevos y cerradores que comprometían los salvamentos.
De este modo, Bordner llega para reforzar los relevos –de 159 partidos sólo abrió en tres ocasiones–, por lo que su rol será clave en la campaña 2023 de los Pingos.
Por ahora, el México tiene siete peloteros no mexicanos, con la confirmación del regreso del colombiano Jeffry Niño, los abridores Steve Moyers, de Estados Unidos, y Yunesky Maya, de Cuba, y los dominicanos Fernando Rodney y Óscar de la Cruz; además del jardinero venezolano Ramón Flores.
La preocupación por el bullpen obligó a los pingos a un riguroso análisis en las diferentes ligas invernales para localizar peloteros adecuados.
El gerente aclaró que en 2023 se regresará a la pelota tradicional, que vuela tanto como la que se utilizó en 2022, por lo que los partidos serán más interesantes en los lanzamientos y con menos carreras y jonrones.