Agencias
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Los Philadelphia Eagles pasaron por encima de los Kansas City Chiefs en la Super Bowl LIX y evitaron un triplete histórico. Es el segundo título de la franquicia de Pensilvania, que ganó el primero en 2018.
Tenían miedo de los árbitros los Philadelphia Eagles y nada más empezar el partido se confirmaron sus temores. En el primer drive de la Super Bowl LIX, Jalen Hurst resolvió un cuarto down con una magnífica bomba que cayó en manos de AJ Brown, pero un pañuelo de los jueces les obligó a patear y entregar el balón a los Kansas City Chiefs.
Pese a no llegar a acercarse a la endzone rival, los de Pensilvania pudieron mostrar sus recursos, con una buena carrera de Saquon Barkley y una recepción de DeVonta Smith. Espoleados por el revés de los colegiados, los chicos de Sirianni demostraron por qué son la mejor defensa en la protección del pase despachando a Patrick Mahomes rápidamente en la siguiente jugada.
Con el ataque del campeón de la Conferencia Nacional funcionando de manera más fluida que la ofensiva de Andy Reid, llegó la primera anotación por medio del ya famoso Tush Push. Las águilas volaban alto con un touchdown de su capitán y número 1.
Los problemas de Kansas City eran evidentes, pero no era la primera vez que necesitaban remontar. El problema es que los representantes de la AFC cometieron errores impropios de ellos, como un offside de Charles Omenihu que otorgó al contrincante un primer down importantisimo antes de pasar al segundo cuarto.
Desastre de Mahomes
Con la entrada del segundo acto llegó el primer error de Jalen Hurts, que arriesgó sin mucho sentido un pase en un tercer down muy largo y fue interceptado por Bryan Cook. Sin embargo, unos Chiefs demasiado fríos en la construcción del juego tiraron por la borda el buen trabajo defensivo sin capitalizar la recuperación.
En mitad del excepcional despliegue protagonizado por los Eagles, los árbitros seguían desempeñando un papel más que criticable, con decisiones incomprensibles que perjudicaron a ambas escuadras. Ello no impidió que el kicker Jake Elliott marcara un field goal y colocara el 10-0 en el electrónico del Caesars Superdome.
Hacía muchísimo que la imagen de los bicampeones no era tan mala y eligieron el peor día para venirse abajo. Apenas sumaron un primer down y 25 yardas en los 20 minutos iniciales. Por otro lado, cada vez que arreglaban algo en defensa, los desperdiciaron con penalizaciones (35 yardas en tres faltas), para enfado del coordinador de la zaga Steve Spagnuolo.
Un nuevo jefe
Mientras las caras de los jugadores de Kansas City reflejaban cómo se les escapaba la victoria sin remedio, Jalen Hurts continuó rellenando su ficha estadística en busca del MVP de la Super Bowl LIX. No se le iba a escapar y la defensa contribuyó a ello generandole ataques una y otra vez.
El golpe final fue el sexto sack al quarterback de los Chiefs, que vino acompañado de un fumble recuperado por Philadelphia. Con poco menos de 10 minutos por disputar, parecía claro que los hombres de Sirianni serían los nuevos reyes y su número 1 el flamante nuevo jefe.
Finalmente, los Eagles le arrebataron a Mahomes y compañía la posibilidad de ser la primera franquicia en acumular tres títulos de manera consecutiva. Por contra, el definitivo 40-22 les otorgó el segundo entorchado de su historia, tras el obtenido en 2018 al doblegar a los New England Patriots de Tom Brady.