Agencias
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El Barcelona, de la mano de Hansi Flick, parecía haber olvidado todos sus miedos. Eso se pensaba, al menos, hasta antes de la vuelta de los cuartos de final de la Champions League frente al Borussia Dortmund. El equipo culé volvió a caminar al borde del abismo en una eliminatoria europea y, aunque al final logró avanzar pese a caer 3-1 en el Signal Iduna Park, su juego dejó más dudas que certezas.
Barcelona no inició bien el partido
El equipo azulgrana salió con miedo al campo y el Dortmund de inmediato advirtió esa debilidad. Hansi Flick decidió darle descanso a Pedri sin advertir que su ausencia dejaría sin brújula a su equipo, o quizá sí lo sabía, pero no contaba con un bajo nivel generalizado por parte de todos sus jugadores.
Superados en intensidad, el Barcelona comenzó a sentir la presión del Dortmund. Los alemanes se acercaron al área enemiga como un vendaval hasta que encontraron finalmente el premio. Szczęsny cometió una falta imprudente y desde los once pasos Guirassy marcó el primero, en una definición picada que dejó sin oportunidades al polaco.
Con la ventaja al minuto 11, el estadio se vino arriba, sobre todo porque el conjunto blaugrana no ofrecía resistencia y todo parecía propicio para que el Dortmund aumentara la renta. Lamentablemente para su causa, el segundo gol se negó en el primer tiempo y así se fueron al descanso.
Ese tanto esperado, sin embargo, cayó justo en el arranque de la segunda mitad. Hansi Flick decidió mantener el mismo equipo que fue avasallado en el primer tiempo y en su calma encontró el castigo. Guirassy marcó el segundo y alimentó aún más las esperanzas de los aficionados, a la espera de dos goles más que hicieran posible el milagro.
Tocado en su orgullo, el Barcelona adelantó líneas en busca de un gol que lo devolviera al partido. El tanto finalmente llegó al minuto 54 tras un autogol de Bensebaini, quien en su afán de despejar un centro peligroso la mandó al fondo de su propio marco.
El gol aplacó los intentos del Borussia Dortmund y ofreció cierta calma para los culés, quienes buscaron controlar con la posesión del balón. Al minuto 76, sin embargo, Guirassy volvió a encender la serie al marcar el 3-1, pero el tiempo que quedaba era poco y las energías también. El Barcelona volvió a las semifinales de Champions por primera vez desde el 2019.