México deja escapar el pase a Cuartos de Final
AGENCIAS
Brasil
Una nueva oportunidad, una nueva ilusión, con un nuevo técnico y con nuevos jugadores, pero al final otra vez la misma historia. México tuvo en su puño a Holanda para conseguir un pase histórico, sin embargo lo dejó vivir y en tres minutos todo se esfumó. La Naranja Mecánica volvió a triturar el sueño de todo un país, que por sexta vez consecutiva se queda en los Octavos de Final.
La Selección Mexicana se despide de Brasil con la cara en alto, pero con un inmenso coraje de saber que estuvo más cerca que nunca del quinto partido. El equipo azteca tuvo del pescuezo al conjunto tulipán hasta el minuto 87 con el 0-1 a su favor. Pero una mala marca dio el empate y al 90', con un penalti dudoso, Holanda se encontró con un milagro y terminó ganando 2-1, marcador que lo mete a los Cuartos de Final, dejando en el camino al Tri.
La Naranja Mecánica salió a la cancha con los motores a media potencia para dosificar el gas durante todo el partido y aguantar el sol, mientras los guerreros aztecas salieron con el cuchillo entre los dientes, aunque no supieron aprovechar la ventaja.
En la primera parte, las más claras las tuvieron Héctor Herrera y Giovani dos Santos. El primero la desperdició al 16' tras una gran jugada colectiva, pero el mediocampista machucó el esférico y el balón fue apenas desviado. Al 41' Gio también la tuvo en sus pies, pero en esta ocasión el arquero Jasper Cillessen la sacó con la rodilla.
El sabor era grato, hasta que Maza puso a temblar a millones de mexicanos, tras un mal pase retrasado a Rafael Márquez, el cual recuperó Van Persie, quien se enfiló al marco tricolor, le dio el balón a Arjen Robben, y entre Márquez y Moreno lograron detenerlo, aunque lo hicieron cometiéndole penal, el cual no vio el árbitro para fortuna del Tri. Pero México pagó caro ése error, ya que Héctor Moreno salió lesionado.
Para segunda mitad Combinado Nacional siguió siendo el dominador, pero esta vez sí llegaría el premio. Giovani dos Santos marcó un gol histórico para México al minuto 48' y lo valió, ya que fue una joya que salió de su pierna izquierda y que quedará tatuada en la mente de todo un país.
Gio tomó un balón lejos de área y con dos holandeses en su espalda no dudó en disparar. El balón fue directo a las redes, y por más que se estiró el portero holandés, no pudo detener el fogonazo, con el que estalló el Estadio Castelao y los más de 20 mil mexicanos.
El sueño estaba a punto de cumplirse, pero en el camino aún quedaban minutos llenos de sufrimiento para la Selección, aunque atrás estaba un hombre que otra vez se convertiría en la figura.
Guillermo Ochoa apareció en plan grande, ya que Holanda empezó a presionar y puso en aprietos al Tri, aunque los europeos no pudieron tumbar el muro azteca. Al 57' sacó un proyectil a quemarropa de Stefan De Vrij, demostrando unos reflejos magníficos, y minutos más tarde volvería aparecer para quitarle el empate a Robben.
Parecía que lo peor había pasado, pero la defensa mexicana se equivocó en los últimos minutos y revivió a Holanda, gracias a Sneijder, quien aprovechó una mala marca y totalmente solo acribilló la portería Tricolor y dio el empate.
El gol mató moralmente a los mexicanos y bastaron dos minutos más para que Robben se metiera al área y fuera tumbado por Rafael Márquez. El holandés exageró la caída y el silbante no dudó en pitar la pena máxima. Huntelaar tomó el esférico desde los once pasos y engañó a Ochoa, para dar el pase al equipo tulipán.
México no tuvo tiempo de reaccionar y de nueva cuenta los fantasmas aparecieron para espantar la ilusión de llegar al famoso quinto partido.