Zoé Robledo (ZR). Muchas gracias y muy buenos días a todas y a todos.
Ante de iniciar quiero pedirles dos anuencias, que ya entre vacunación y espacios al aire libre me puedo quitar esto un segundo, y algunas licencias que creo que vale la pena tomarse el día de hoy.
Doctora Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad. Muchas gracias por todo lo que has hecho en estos últimos meses que derivan en momentos como este, en donde la Ciudad, nuestra capital vuelve a esta tan ansiada nueva normalidad.
Desde luego, a Alejandro Soberón Kuri, presidente y director de CIE. Gracias Alejandro por tus palabras.
Estefano Domenicali, CEO de Fórmula 1.
Federico González Compeán.
A la secretaria Oliva y a todos quienes hoy nos acompañan, particularmente, quiero saludar a los integrantes del equipo del Seguro Social que están hoy aquí con nosotros.
Doctores y doctoras, enfermeras y enfermeros también que nos representan como lo mejor que tiene nuestra institución.
La historia, como las mejores pistas de carreras, tiene formas siempre muy misteriosas para conducirse. Y la historia de este lugar para la Ciudad, incluso para los que no somos de acá siempre nos evoca cosas distintas. Seguramente los mexicanos que en 1962 en noviembre escucharon la histórica noticia de que aquí se iba a celebrar la Fórmula 1 por primera vez, en este circuito de la Magdalena Mixhuca, pues evocaron quizá al concepto de la velocidad y la modernidad y lo que significaba para esas décadas ver a un coche de Fórmula 1.
También de más recientemente en 1999, historias que tienen que ver con temas distintos como la fe, porque aquí en una visita del que era entonces el Papa Juan Pablo II se llevó a cabo una de las ceremonias religiosas con más afluencia que ha tenido la Ciudad.
Pero también, a veces la historia nos pone pruebas y pruebas difíciles de superar. Como las de la pandemia. Y seguramente para muchos fue difícil de entender a qué nos referimos en aquella fecha de mayo cuando dimos la noticia de que el Autódromo Hermanos Rodríguez se iba a convertir en un hospital para atender a pacientes por COVID-19 y que iba acompañada de una noticia pues que era difícil también de asimilar, que cinco años después que de manera ininterrumpida se había llevado a cabo el Gran Premio de México, este iba a tomar una pausa porque comenzaba otra carrera: la carrera por salvar vidas.
Pero hoy, en 2021 la historia y la noticia es diferente, es de mucha esperanza, de mucha recuperación, la noticia de que para estar aquí tuvimos que haber ya sorteado la parte más complicada del circuito, los aficionados dirán que ya estamos en el cierre de la vuelta 70, y esto, es gracias, como todas las historias de éxito a un gran equipo, esta realidad que hoy estamos viviendo se debe a cientos de personas de diferentes instituciones, desde luego, del gobierno de la Ciudad de México, de CIE, del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Hoy, es la forma de decir que estamos de vuelta, que superamos la prueba, que resistimos, que aguantamos y que seguimos de pie.
Y hay que recordar esos momentos de la pandemia como lecciones de las cuales podemos abrevar. Mientras la pandemia tenía un símbolo o un signo de freno, detente, quédate en casa, para las actividades, para el personal de salud, para el gobierno de la Ciudad de México, para todos la respuesta era la del acelerador, era sal, crece, atendamos, salvemos vidas; y más para el personal sanitario.
Mientras a todos les decíamos quédate en casa, a ellos les decíamos sal a encontrarte con una enfermedad nueva, difícil, contagiosa, poner en riesgo la vida para salvar la vida de los demás.
Y en eso estábamos, cuando en marzo de 2020 estábamos buscando grandes espacios, espacios que además de tener las mejores instalaciones, accesos, fueran reconocidos por la sociedad, esto, para ampli98ar las sedes hospitalarias que estaban ya reconvirtiéndose en los hospitales del Seguro Social y de todas las instituciones de Salud.
Y quizá al principio parecía difícil imaginar que aquí a nuestras espaldas iba a haber un gran hospital para la atención de pacientes COVID; sin embargo, eso era el reto, esa era la demanda, y aquí están quienes lo hicieron posible: la Jefa de Gobierno, Alejandro, Omar, Eduardo, todo su equipo, Lucila, Fernando, los doctores Célida Duque, el doctor Marín, el doctor Zamudio; y desde luego, uno de nuestros principales protagonistas, el doctor Michael, que fue el director de este hospital.
Hay que decirlo, al principio, este hospital se pensaba que iba a ser específicamente para pacientes no graves, quienes iban ya también cursando la última etapa de su enfermedad. Pero la realidad se impuso y empezamos a recibir cada vez más a pacientes espontáneos, y también después, el éxito que empezaron a tener a la hora de salvar vidas, los buenos resultados, lo convirtieron en uno de los sitios más buscados para pacientes que necesitaban terapias intensivas.
El hospital del Autódromo sirvió para que nadie que lo necesitara se quedara sin atención médica, se acondicionó todo, todo para poner camas con los insumos necesarios: aires acondicionados, monitores de signos vitales, ventiladores, Rayos X, medicamento, todo lo necesario y lo más importante, el personal de salud.
Aquí, quedará en la historia hubo 400 camas de hospitalización que todos los días eran atendidas por más de mil 300 trabajadores de la salud, que gracias a su entrega, a su voluntad, a su disciplina, y sobre todo, a su humanismo, vencieron las adversidades de una ruta que nuestra nación nunca había recorrido.
El 25 de diciembre vine temprano a saludarlos y a decirles gracias; y hoy, casi un año después, vengo a decirles muchas, muchas gracias, porque fue en sus manos como ésta se convirtió en una historia de éxito que podemos hoy contar.
Y en esas historias los liderazgos cuentan, y el liderazgo del doctor Javier Michael García Acosta, que está aquí con nosotros fue fundamental.
Yo quisiera que le diéramos un aplauso en reconocimiento, porque este lugar estuvo a la altura de los mejores del mundo y hoy quiero presumirles que el doctor Michael recibió, en su momento, la condecoración más alta que entrega el Estado mexicano, fue de los que recibieron la condecoración Miguel Hidalgo, que se entrega en Grado Cruz para hechos heroicos, conductas eminentes y destacadamente ejemplares.
Pero quiero darles una buena noticia que nos va aquí a tener la jefa María Isabel, que fue la jefa de enfermeras de este lugar, porque hoy nos acaban de entregar la condecoración Miguel Hidalgo en Grado Placa, que han recibido los hospitales que atendieron la pandemia y que vamos a dejar aquí para que acompañe la placa que guarda el recuerdo de este hospital.
Quiero destacar que cuatro unidades no hospitalarias han recibido esta placa, las cuatro en la Ciudad de México, el Citibanamex fue otro de ellos, un hospital temporal de nosotros en Lindavista y otro lugar que no atendió a pacientes pero sí personal, fue la Residencia Oficial de Los Pinos, donde antes vivían los funcionarios, los presidentes de México, y que hoy es una casa abierta al pueblo y que en aquel momento fue el hogar de otros funcionarios públicos, no de los presidentes, sino de enfermeras, enfermeros, médicas y médicos, que tenían que tener un lugar para guardar y cuidar a sus familias.
Entonces con orgullo les traemos esta placa, encontraremos el mejor lugar también para que acompañe a la que estamos por develar, gracias, gracias jefa.
Y solo quiero recuperar un momento de una entrevista del doctor Michael, porque dijo algo que a mí me conmovió, decía él que el personal, refiriéndose al personal del Autódromo, estuvo a la altura y como lo señala nuestro himno nacional, ante el extraño enemigo dimos el grito de guerra y hoy patria querida vamos con rumbo al porvenir y nunca al ocaso.
Y lo digo porque hablar de que en este lugar se salvaron a ocho mil 237 vidas de mexicanas y de mexicanos que regresaran sanos a su casa, al encuentro con sus familiares, y no sólo de la Ciudad de México, porque también la Ciudad, como en muchas otras ocasiones, fue solidaria con muchas otras partes del país.
Aquí se atendió a gente del Estado de México, de Puebla, de Tlaxcala, de Morelos, de Hidalgo y de Querétaro, estados que buscaban la mejor atención y la encontraron aquí en la Ciudad, sí se pudo, decían, y vaya que sí se pudo ganar la carrera más importante de su vida.
Y destacar también otras historias, porque nunca hay que dejar de mencionarlos, el doctor Leonel Arturo Quiñones, que hoy aquí está con nosotros, perdón, lo voy a ventilar, tiene 60 años y después de 30 años de servicio, él hubiera estado en todas las posibilidades de jubilarse o de acogerse a los convenios para el trabajo a distancia de personas de su edad, sin embargo él decidió venir aquí, dar la batalla y estuvo a cargo de los Cuidados Intensivos, pero lo hizo además con un gesto siempre generoso, que fue formando a muchas personas que venían aquí buscando capacitación para después regresar a sus estados, para el cuidado crítico de pacientes COVID.
Es decir, no solamente fue hospital, también fue escuela y aquí está uno de sus mejores profesores.
Y yo no sé si el doctor Quiñones es fanático de la Formula 1, pero en una entrevista dijo algo que me hace pensar que sí, porque decía él, por qué aceptó esta, esa encomienda y la respuesta fue, “porque soy a adicto a la profesión y adicto a la adrenalina” y por eso enfrentó valientemente el reto de COVID.
Pero también hoy, no puedo terminar sin decir algo que me nace de verdad del corazón.
La Ciudad de México durante la pandemia, el Gobierno de la ciudad con la doctora Sheinbaum, con Oliva, con todo su equipo, nos amalgamamos, ya decir que hicimos equipo, me parece que es poco, de verdad nos hicimos uno, y muchas veces innovamos y muchas veces crecimos juntos, y muchas veces también tomamos curvas peligrosas y cerradas, pero hoy lo puedo decir, jamás derrapamos porque también teníamos una meta adicional, que era acelerar la vacunación.
Hoy se está llegando a esta meta de la recuperación de la vida, la recuperación de la economía, la recuperación de tradiciones antiguas y nuevas, como es el Día de Muertos o la Fórmula 1.
Y recuperando algo que es siempre característico de la Ciudad, recuperando la colectividad, rebasando malos hábitos, y sobre todo asumiendo con responsabilidad la Nueva Normalidad.
Y hoy lo digo con toda claridad, en la carrera contra la pandemia la Ciudad va ganado y no es cuestión de suerte, es porque tenemos a la mejor piloto, es de primera, de las mejores del mundo, y también hoy yo le quiero reconocer ese esfuerzo que ha hecho.
Gracias doctora, doctora Sheinbaum. Gracias porque este crecimiento con la vacunación el doctor Cervantes no sé si alcanzó a llegar, uno de los correcaminos también más veloces con los que contamos en el país, entre la recuperación de servicios, el cuidado de la pandemia, la vacunación, el mantenimiento de los buenos hábitos, las calles de la ciudad vuelven a tener color, y lo hacemos con toda la responsabilidad para regresar a lo que hoy ya es una nueva realidad.
Por eso a nombre del Instituto Mexicano del Seguro Social, al Equipo de CIE, a todas las personas que estuvieron involucradas, agradecerles ese reconocimiento que le hacen a nuestro personal, a los héroes y heroínas, y celebramos que con eventos como éste, se cuente al mundo que en unidad y de manera solidaria, el nuestro es mucho pueblo para la derrota, el nuestro es una institución, el IMSS, muy grande para el fracaso y que las empresas fueron siempre aliadas, no solo para la reactivación económica, sino también para recibir, con curiosidad primero, y luego con mucha decisión la primera vez que escucharon, y qué pasa si hacemos un hospital en el Autódromo.
Quedaran en nuestras historias, esta historia en la que el Autódromo Hermanos Rodríguez ganó el gran premio, el de salvar miles y miles de vidas.
Por eso, doctor Michel, no me puedo comprometer pero estoy casi seguro que usted que le gusta el himno nacional, lo va a escuchar el próximo domingo, cuando el Checo suba al pódium y volamos a cantar victoria una vez más y para siempre.
Muchas gracias y buenos días.
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