10 de Noviembre de 2024

Se disparan casos de ansiedad

  • Y depresión por la pandemia

Agencias

Veracruz

La sicóloga Anel Reyes Huerta afirmó que los casos de ansiedad y depresión en la población se dispararon durante los dos años de la pandemia de COVID-19, por lo que las personas ansiosas y depresivas tuvieron que recurrir a especialistas.

Entrevistada previo a la inauguración del Primer Simposium “Salud Mental” organizado por la UPAV, Reyes Huerta consideró que los casos de ansiedad y depresión se registraron más en niños y adolescentes, quienes no socializaron durante los dos años de confinamiento provocado por la pandemia de COVID-19.

“En la pandemia sí tuvimos muchas situaciones que sí se dispararon, tuvimos muchos más consultantes, hemos tenido más situaciones de tipo emocional, sí, desde luego, la pandemia nos ha puesto en una posición en la cual afortunadamente nuestro cerebro es adaptativo, sin embargo, sí requiere de ese apoyo profesional”, subrayó.

La especialista advirtió que la depresión puede llevar a situaciones graves en el caso de que no se trate a la persona que padece ese tipo de estado emocional.

En ese sentido, la sicóloga recomendó a quienes enfrenten preocupaciones, estrés o situaciones fuera de control que recurran a un especialista para tratarse y contar con más herramientas para identificar y revertir esas patologías.

“Aquí finalmente cuando ya tenemos una sintomatología, lo que sugiere es acudir al siquiatra; los siquiatras son los especialistas en poder medicar cuando los pacientes ya tienen una gravedad de sintomatología o de pensamiento”, insistió.

Por otra parte, Anel Reyes Huerta refirió que los problemas mentales no se limitan a la ansiedad y la depresión, sino que también hay múltiples trastornos que la población puede padecer, como el déficit de atención, problemas de memoria o el Alzheimer.

Incluso, la especialista comentó que los niños pierden su espíritu creativo por los estímulos externos que reciben en la actualidad, como las pantallas, el televisor y los videojuegos.

“Si los niños no se aburren, si no tienen esos vínculos internos desarrollados, vamos a encontrar menos tolerancia a la frustración, vamos a encontrar niños más irritables, niños que a lo mejor su memoria ya no sea como antes, incluso, los niveles de lectura de los chicos han sido minorizados”, remató.